El armador del "Alakrana", Kepa Etxebarria, aseguró ayer que los secuestradores de su barco "no eran piratas, eran auténticos terroristas profesionales", tras relatar que sus tripulantes "sufrieron muchísimo" durante el cautivero de 47 días. Kepa, de 33 años, es la tercera generación de pescadores de Bermeo y su abuelo, Plácido Etxebarria, conocido como el "Alakrán" (escorpión), fue el pionero de las pesca del atún en aguas del Océano Índico y fundador de la casa armadora Etxebaster.

Kepa Etxebarría mostró su admiración por el patrón Ricardo Blach, "porque es el número uno de la flota del Índico" y dijo que las palabras del marinero gallego de apoyo a la casa armadora le habían "llegado al alma".

Etxebarría relató anoche a la Cadena Ser que el secuestro de su atunero se le hizo demasiado largo, pero reconoció que estaba "encantado de la vida" por recuperar a la tripulación sana y salva. El reencuentro a bordo del "Alakrana" fue "superemotivo y me cayeron unas cuantas lágrimas". "Les conozco a todos y unos tienen ganas de pasar página para volver a casa con los suyos y otros me contaron "cositas" del cautiverio.

Sufrieron muchísimo, los piratas se pasaban bastante con ellos, los vejaban e incluso hubo gente amarrada. No eran piratas, eran auténticos terroristas profesionales", afirmó.

El armador confesó que las negociaciones fueron complicadas por los problemas de comunicaciones "y porque el negociador tenía un inglés horroroso, era un desastre. Se me revolvieron las tripas porque los piratas eran fríos, sin sentimientos, van a lo que van y hacían lo que sea por llegar a su objetivo". "Temí por la vida de los tripulantes porque los piratas estaban muy drogados y bebidos, se peleaban continuamente y tenía miedo de que ocurriera un accidente". El regreso de los dos piratas encarcelados en España no era condición indispensable en la negociación, según Etxebarria, quien no quiso hablar sobre el pago del rescate. Calificó de "determinante" el trabajo del embajador de España en Kenia, Nicolás Martín Cinto y de sus colaboradores en las negociaciones para liberar el barco, como ya hiciera en los secuestros del "Playa de Bakio" o del fotógrafo gallego José Cendón.

Aseguró que seguirán faenando en el Índico, "porque es aquí donde tenemos los permisos" y confesó que embarcar seguridad privada les favorece en su trabajo. "Hay que resolver este problema que afecta a todo el Índico y meter mano en Somalia", concluyó Etxebarria.