Celia Estalrich, viuda del alcalde de Fago, Miguel Grima, asesinado en enero de 2007, ha asegurado hoy que hacía "todo lo posible" para que su marido dejara la alcaldía, ya que estaba muy deprimido como consecuencia de los problemas que tenía con algunos de los vecinos, que vertían críticas de todo tipo e incluso hacían panfletos contra su gestión.

Así lo ha testificado en la segunda jornada del juicio por el asesinato de su marido que se desarrolla en la Audiencia Provincial de Huesca con un único acusado, el guarda forestal Santiago Mainar, donde han declarado esta mañana cuatro agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación de los hechos.

Ha explicado que los problemas con algunos de los vecinos comenzaron cuando él ganó las elecciones y accedió a la alcaldía, ya que se preocupaba "en exceso" por el pueblo.

Alcalde desde 2003

"Estaba un poco desesperado y cansado, no estaba nada a gusto", ha dicho la viuda, al tiempo que ha reconocido que ella hacía "todo lo posible" para que dejara el cargo de alcalde, al que accedió tras ganar las elecciones de 2003 encabezando la lista del PP.

Sobre el funcionamiento del pueblo ha indicado que todas las decisiones se tomaban en una asamblea abierta (Fago no tiene ayuntamiento) en la que Grima explicaba sus ideas, y ha dicho que ciertos vecinos siempre iban a esas reuniones "en plan agresivo" y "no estaban de acuerdo en nada".

Santiago Mainar nunca iba a esas asambleas, pero siempre estaba en contra de todas las decisiones, ha apuntado en respuesta a las preguntas del abogado de la familia de Grima, Enrique Trebolle.

"Acosado por un grupo"

"Estaba tenso, así no se vive a gusto, cuando estás acosado por un grupo tan organizado, bajo la sombra", ha lamentado la viuda, quien ha recalcado que ese grupo vertía críticas de todo tipo contra su marido, elaboraban panfletos contra su gestión que dejaban en los coches de los clientes de su casa rural e incluso empapelaban con ellos el pueblo.

A ese grupo pertenecía, según ha afirmado la testigo, el médico vasco Iñaki Bidegaín, de quien ha dicho que lideraba a los "enemigos de Miguel", y que se reunían para hacer los panfletos.

Este médico fue la única persona que vio al supuesto asesino del alcalde momentos después del crimen y, según Celia Estalrich, le sorprendió "mucho" que no fuera a su casa a decirle que en la carretera vio el coche de Miguel Grima, sobre todo porque con él no había enfrentamiento de ningún tipo.

Sobre la relación que tenía con Santiago Mainar, la viuda ha hecho hincapié en que "ninguna", y ha reconocido, a preguntas del abogado del acusado, Marcos García-Montes, que no sospechó de él hasta que fue detenido por la Guardia Civil.