El Gobierno confía en que los 54 vigilantes privados que han llegado hoy las islas Seychelles para embarcar en los pesqueros españoles contribuyan a garantizar su seguridad y permitan a éstos volver a faenar en aguas del índico sin temor a ser abordados por piratas somalíes.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha recordado que los vigilantes privados han recibido formación antes de partir y se les ha dotado de un armamento más potente para poder proteger mejor a los pesqueros españoles.

Mientras tanto, el Gobierno continúa trabajando para encontrar una solución que permita resolver el secuestro del atunero vasco "Alakrana", retenido hace más de cuarenta días por piratas somalíes.

Así lo ha asegurado el titular de Justicia, Francisco Caamaño, quien ha añadido que también la justicia está haciendo un "gran esfuerzo" para acelerar los trámites que permitan juzgar a los dos piratas somalíes detenidos en España.

El portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, ha insistido en que para resolver el secuestro del atunero es "indispensable" que se dé al Gobierno un "voto de confianza" y que se establezca un "clima de tranquilidad".

"El Gobierno, coordinado, como debe ser, ha dado las respuestas que tiene que dar y aquí nosotros tenemos que seguir dando un voto de confianza al Gobierno para que consiga el objetivo prioritario de traer sanos y salvos a los miembros de la tripulación al país", ha subrayado.

Entre tanto hoy han continuado las protestas para pedir la liberación de los marineros secuestrados y se ponga fin a la agonía que están viviendo todos ellos, en concreto se ha producido una en Valencia y otra en Jaén.

En la primera han participado una decena de personas, entre ellas varios familiares de uno de los tripulantes del "Alakrana", y en la segunda alrededor de medio centenar.

José Manuel Alcarria, familiar de la esposa de uno de los marineros secuestrados (María Ángeles Jiménez), ha pedido la libertad de los apresados y ha recordado que están viviendo una situación muy dolorosa.

Otra familiar de Jiménez, Pepa Silgado, ha asegurado que los ánimos "están por los suelos", sobre todo teniendo en cuenta que no han vuelto a tener noticias de los marineros.

"Las esposas de los marineros lo están pasando muy mal, tanto ellas como el resto de familiares", ha indicado Silgado, antes de recordar que están pendientes continuamente del teléfono por si hay noticias nuevas.

En estos momentos difíciles para todos, "sólo queda tener paciencia" y "sacar fuerzas de donde no las hay" para esperar a que queden libres y regresen todos a casa, ha agregado Silgado