Los vecinos de las pedanías murcianas de Aljucer, San Ginés y El Palmar recuperarán la línea 61 de autobús que les permitía la conexión con Murcia, un trayecto que fue suprimido en 2012 y por el que vienen luchando desde hace años. La puesta en marcha de este servicio fue aprobada ayer por unanimidad en el Pleno de mayo gracias a la propuesta presentada por los cuatro grupos de la oposición (PSOE, Ciudadanos, Cambiemos y Ahora Murcia), mientras desde las pajareras del Salón de Plenos un grupo de vecinas de Aljucer seguía muy de cerca el debate pidiendo la instauración del servicio con mensajes en sus camisetas.

Los afectados por la supresión de la línea 61 hace seis años aseguran que los trayectos alternativos y servicios ofrecidos hasta ahora no cubren las necesidades de la población, ni en el recorrido ni en las frecuencias. Al tiempo que afirman que su eliminación «fue mucho más que un simple recorte, pues dejó a un importante número de vecinos sin medios a su alcance para desplazarse para recibir asistencia sanitaria, para realizar trámites administrativos y para llegar a su lugar de trabajo».

Durante su intervención, el concejal de Hacienda, Contratación y Movilidad Urbana, Eduardo Martínez-Oliva, recordó que esta línea, al igual que el resto que unen la ciudad con las pedanías, es de titularidad regional y corresponde a la Comunidad Autónoma, «por lo que será necesario llegar a un acuerdo con ellos para modificar el actual contrato». Además afirmó que, según la empresa Lat, la línea 61 tenía un déficit de 400.000 euros, por lo que se comprometió a sentarse a negociar con la Comunidad y que el déficit será cofinanciado por ambas administraciones, aportando desde el Ayuntamiento de Murcia los 200.000 euros necesarios para recuperarla. Desde la oposición defendieron esta moción los concejales Juan Vicente Larrosa, del PSOE, Miguel Ángel Alzamora, de Ahora Murcia, y Sergio Ramos, de Cambiemos, quienes pidieron que el transporte público se mida en términos de rentabilidad social y no económica.