Cambiemos ha pedido hoy al Ayuntamiento de Murcia que quite el nombre de la calle Arzobispo Simón López, último inquisidor de España, y devuelva a esa vía, en el centro de la ciudad, su denominación histórica, Bodegones, en referencia a los populares establecimientos de comida que se ubicaban en ella.

El partido se ha hecho eco así de una petición cursada en 2016 por la asociación Cullera Laica, que recordaba que el arzobispo que da nombre a la calle situada junto a la plaza de las Flores fue el responsable en 1826 de la última víctima de la Inquisición.

El prelado estaba entonces al frente de la diócesis de Valencia y ordenó la ejecución de un maestro, Cayetano Ripoll, por "no quitarse el sombrero al paso de un copón", según esa asociación, que elevó una queja ante el Defensor del Pueblo por el mantenimiento del nombre de esa calle y que ha sido admitida a trámite.

Cambiemos ha considerado que "está más que justificado el cambio de denominación por la que recuerda actualmente una placa en la entrada de la calle, que se modificó en 1914 por empeño de un párroco de la iglesia cercana de Santa Catalina.