El escenario, una vivienda situada en la urbanización de Agridulce, ubicada junto al campus de Espinardo de la Universidad de Murcia. Era el lugar donde investigadores de la Benemérita, tras meses de trabajo, encontraban un auténtico tesoro. Una colección de tesoros. En concreto, miles de piezas de valor arqueológico confirmado, de distintas culturas, entre ellas la visigoda, la íbera y la romana.

Entre vasijas, ánforas y otros objetos (que ahora ha de investigarse cómo es que tenía en su poder el dueño de la vivienda) se contabilizan alrededor de 8.000 piezas. Los investigadores de la Guardia Civil han encontrado piezas de la época prehistórica, vasijas romanas y otras joyas de distintas culturas.

Muchas de las piezas presentaban un muy buen estado de conservación, aunque la persona que las guardaba en su casa no tenía en regla la documentación relativa a su origen. De ahí que se investigue su procedencia y cómo un particular logró reunir tamaña colección.

Asimismo, la Guardia Civil trata de esclarecer si la persona que guardaba este tesoro en su vivienda pretendía poner a la venta las piezas.

Dado el valor de lo incautado, fuentes cercanas consideran que es uno de los mayores hallazgos a nivel arqueológico efectuados, en un operativo de estas características, en la Región.

De la operación, que sigue abierta, se ocupan profesionales del Área de Patrimonio Histórico, perteneciente a la Policía Judicial del Instituto Armado.

Las piezas fueron llevadas a especialistas de Patrimonio de la Comunidad, para que certificasen su valía. Previsiblemente, pasarán a formar parte de un museo de la Región, que aún no ha sido concretado.

Ahora hay que ver de qué yacimientos han salido estos tesoros, y si se trata solo de lugares ubicados en la Región o proceden de otras partes de España o del mundo. La persona que tenía las ánforas y similares en su domicilio está siendo investigada.

La operación continúa en marcha y no se descartan más actuaciones similares. No es el primer golpe contra expolio al patrimonio que vive recientemente la Región. En diciembre, en Cartagena y en Librilla, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) encontraba cientos de piezas antiguas. Algunas de ellas estaban hechas con marfil de mamut.