La Audiencia Provincial de Murcia ha desestimado el recurso presentado por un "gorrilla" contra el auto de un Juzgado de Instrucción de esta ciudad que en diciembre pasado ordenó su ingreso en prisión por los incidentes que provocó en una calle y en los que, según las denuncias, llegó a amenazar y agredir a varios conductores y a los policías locales que habían acudido al lugar reclamados por aquellos.

El auto de la Audiencia indica que el recurrente alegó que la medida acordada de prisión preventiva comunicada y sin fianza podía ser sustituida por otra menos gravosa que igualmente garantizara que no se fugaría, como pudiera ser la obligación de comparecer periódicamente en el Juzgado.

También expuso que se le podría imponer la obligación de no acercarse al barrio en el que ocurrieron los incidentes ni tampoco al lugar donde en cada momento pudieran encontrarse los perjudicados.

El tribunal de la Audiencia, al desestimar la apelación, se hace eco del auto recurrido, en el que se relatan ampliamente los hechos denunciados, ocurridos el diez de diciembre de 2017.

Señalaba el Juzgado de Instrucción que las diligencias abiertas habían permitido obtener indicios racionales de criminalidad contra el detenido, que aconsejaban su ingreso en prisión.

Así, indicaba que indiciariamente aparecía como autor de amenazas a varios conductores, a uno de los cuales llegó a decir que si otra vez le daba solo veinte céntimos de euro por aparcar su vehículo "lo machacaba", además de golpearle en el pecho, aunque sin causarle lesión.

También provocó varios altercados con los dos policías locales que acudieron al lugar, a los que, presuntamente, agredió y, posteriormente, amenazó cuando era trasladado en calidad de detenido.

A los agentes les dijo, según el atestado, que ya le habían detenido varias veces, por lo que una vez más no le importaba, pero que cuando saliera los buscaría y acabaría con ellos.

Además, siempre según el auto, golpeó el coche policial, presuntamente, en el que causó diversos daños.

La Audiencia, al confirmar la prisión, comenta que esta medida es la adecuada, ya que el detenido, nacido en Rumanía, no ofrece ningún domicilio para su localización, además de encontrarse en situación irregular en España.

También expone que, por otro lado, su condición de toxicómano "eleva el riesgo de que si fuera puesto en libertad pudiera continuar cometiendo delitos con los que obtener recursos económicos suficientes para atender a tales necesidades".

Tampoco se olvida el tribunal de señalar que debido a que cuenta con antecedentes penales, de ser condenado por estos hechos tendría que entrar en prisión, lo que constituye un peligro más de que, de salir a la calle, pudiera sustraerse a la acción de la justicia.