El grupo de catalanes desplazado a Murcia para apoyar la protesta contra el muro del AVE vivió ayer una jornada festiva y de convivencia en las vías con vecinos de la zona. Desde las diez de la mañana, se reunieron y empezaron a cocinar una calçotada y gachasmigas que después repartieron entre los asistentes. También hubo productos de la gastronomía murciana. Finalmente, se leyó un manifiesto y se ofreció a Ana Jiménez, la abuela del soterramiento, un castell típico catalán.