Leones o jinetes. Solo uno podía hacerse con la copa de la Superliga Orange, la Liga de Videojuegos Profesional, que celebró ayer su final en un repleto Teatro Circo de Murcia. Una final que el maestro de ceremonias, Ibai Llanos, calificó como «la mejor de la historia». Y no era una afirmación a la ligera: espectacular ceremonia de apertura y de clausura, cuidada escenografía, más de 20 cámaras y una decena de pantallas de gran tamaño permitían seguir y disfrutar todos los detalles del encuentro entre los Mad Lions y Movistar Riders.

El director deportivo de la LVP, Aitor Álvarez, se mostró entusiasmado con «las condiciones del teatro», ya que «nos ha permitido que el show fuera muy potente desde el arranque». Además, el público llenó el teatro tras haber superado un nuevo récord de venta de entradas en la LVP, al agotar las disponibles en solo tres días.

La final consistió en un torneo al mejor de cinco en el que los leones, que partían como favoritos, fueron superiores y terminaron venciendo con un contundente 3-0.

Decimocuarta final de la LVP

La de ayer fue la décimocuarta final de la LVP, en la que compiten ocho equipos y que ha variado su calendario esta temporada para terminar en marzo. Así, el ganador podrá competir en la copa de Europa, que comienza en unos días. Los jugadores son profesionales con contratos con clubes y un plan personal que incluye entrenador, clases de idiomas, fisioterapeutas, ejercicio físico y una cuidada dieta.

La LVP mantiene su indiscutible liderazgo en retransmisiones en español en los eSport, con más de 3.600 horas de emisiones y 17,4 millones de espectadores únicos.