La Pasión murciana está en marcha y se inaugura con aroma azul. El que los nazarenos de la Cofradía del Amparo impregnan en su cortejo, que partía ayer por la tarde del murciano templo de San Nicolás, en la plaza del mismo nombre.

Desde primera hora de la mañana, los pasos permanecían expuestos en la iglesia abierta, para que murcianos y visitantes contemplasen y se santigüasen ante el Cristo del Amparo (el titular) y la talla de Jesús del Gran Poder (popularmente el Cristo de los Toreros) que esculpió De Bussy y mañana, Domingo de Ramos, volverá a las Capuchinas del Malecón.

Los cofrades, como es tradición, fueron entregando al público caramelicos, monas y estampas. Al término del cortejo fue el encuentro en la puerta de la iglesia, antes de meterse la procesión, entre el Cristo del Amparo y su madre, María Santísima de los Dolores. Se trata, en ambos casos, de bellísimas tallas anónimas que datan del siglo XVIII. Aplausos y fervor en terciopelo azul para abrir fuego.