El centro de la pedanía de El Palmar, la de mayor tamaño y población del municipio de Murcia, ha dado un cambio radical gracias al proyecto que se ha desarrollado en los terrenos que había a las espaldas de Bodegas Bernal. Este espacio, abandonado desde hace años y que daba un aspecto desolador a esta zona de la localidad, ha renacido gracias a la iniciativa desarrollada en el plan parcial PC-PM1 El Palmar y que ha posibilitado la construcción de 350 viviendas en bloque.

Las obras, que se paralizaron hace una década con el estallido de la crisis económica, se retomaron a final de 2016 con el objetivo de dar una nueva vida y aspecto a estos solares en el centro de la pedanía que ahora han sido ocupados por nuevos jardines, zonas infantiles, viales y áreas en las que poder practicar deporte al aire libre. Un espacio en el que también está previsto crear una calle de doble sentido para tráfico que conecte la nueva zona con la calle Mayor.

El concejal de Urbanismo, Medio Ambiente, Agua y Huerta, Antonio Navarro Corchón, ha explicado a LA OPINIÓN que la urbanización en esta nueva zona, a las espaldas de Bodegas Bernal, va a suponer un impulso y cambio para la pedanía, ya que abarca una superficie total de 36.638 metros cuadrados. Este espacio, en el que se incluyen las 350 viviendas mencionadas, también hay 9.696 metros de zonas verdes repartidas en hasta cinco jardines. A esto se suman otros 8.070 metros cuadrados de dotaciones y 18.722 metros cuadrados de viario interior.

Tras la finalización de las obras de la urbanización, el Ayuntamiento las recepcionó hace unas semanas para comprobar que lo ejecutado se ajusta a lo contemplado en el proyecto y que cuenta con todos los servicios necesarios (alumbrado, asfaltado y saneamiento). Una inspección de los técnicos de Urbanismo que ha pasado satisfactoriamente, ya que ha recibido el informe favorable de la Concejalía, según ha indicado Navarro Corchón.

Otra de las actuaciones que estaban previstas y que han supuesto un cambio importante es la sustitución de las líneas eléctricas aéreas por una estación subterránea, lo que reduce el riesgo de que haya problemas derivados de la red en la zona, además de servir como un desahogo visual y de espacio. Iberdrola finalizó el pasado mes de septiembre el desmantelamiento de las once torres eléctricas que cruzaban la pedanía. En total, la compañía ha desmantelado una instalación con una longitud de 2,3 kilómetros de esta línea eléctrica aérea de alta tensión de 132 kilovoltios, que discurría por el casco urbano de la pedanía de El Palmar.

Desde la Junta Municipal, el pedáneo, Daniel Hernández, considera que la nueva urbanización dará una nueva imagen al centro del pueblo, ya que «era un espacio abandonado que daba una imagen lamentable de la pedanía y en la que era necesario actuar». Ahora espera que el Ayuntamiento apruebe la ocupación directa (expropiación) de los terrenos necesarios para hacer el vial que conecte estos nuevos espacios con la calle Mayor, mejorando su comunicación con entrada y salida de vehículos.