Medir los contaminantes del aire más habituales para estar preparados y saber qué hacer ante un posible episodio en el que se superen los niveles considerados normales es el objetivo que se ha marcado la Concejalía de Urbanismo, Medio Ambiente, Agua y Huerta que dirige Antonio Navarro Corchón con el protocolo de medidas ante la contaminación atmosférica que fue aprobado ayer en la Junta de Gobierno. Un protocolo en el que se miden cuatro contaminantes: ozono (O3), dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2) y las partículas PM10 en suspensión y que hace que el Ayuntamiento de Murcia sea el primero en adaptarse a la Ley Regional aprobada el pasado mes de diciembre.
Navarro Corchón, que estuvo acompañado ayer en la presentación por el director general de Medio Ambiente de la Comunidad, Juan Madrigal, explicó que este protocolo es necesario, aunque Murcia no tiene hasta el momento un problema grave de contaminación atmosférica pese a que se han producido episodios de forma puntual.
El ámbito de aplicación de este protocolo será el núcleo de la ciudad de Murcia y las pedanías limítrofes periurbanas, un plan que se divide en tres fases. La fase de ´Aviso´, con doce actuaciones, en la que se aprovechará para transmitir algunas recomendaciones generales, entre ellas, reducir la exposición prolongada y la realización de ejercicio físico o actividades que requieran esfuerzo al aire libre, optar por desplazamientos a pie o con bicicleta, escogiendo calles poco transitadas o utilizar el transporte público.
La segunda fase supone ya un episodio de ´Contaminación´, con una veintena de medidas, y en la que se incluirían restricciones de actividades contaminantes como derribos, obras, prohibición de asfaltado, evitar el estacionamiento de vehículos de carga y descarga en marcha y las paradas prolongadas del tráfico en las retenciones. Se enviará aviso a los ayuntamientos más cercanos y a posibles industrias implicadas. A estas medidas se suman la comunicación a los grupos de riesgo, centros sanitarios, educativos, residencias de ancianos, centros de día y polideportivos.
Y, por último, la fase de ´Alerta atmosférica´, con otras 19 actuaciones que girarán en torno a un plan específico de control del tráfico que incluye el cambio de carriles de vehículos en ciclables, la restricción del acceso de coches con más de diez años de antigüedad al centro de la ciudad (una medida más efectiva que la alternancia de matrículas par-impar), la prohibición de estacionamiento en las zonas de la ORA y el desvío del tráfico por Ronda Oeste hacia El Palmar y Alcantarilla cuando las superaciones se den sólo en la estación de San Basilio. También se contempla la peatonalización de forma transitoria de algunos ejes viarios, la gestión de la velocidad según criterios ambientales y la mejora de la regulación semafórica, dando prioridad al transporte público.
Para ello se ha delimitado una zona que llega a abarcar todo el anillo urbano de la ciudad y que estaría delimitado por la Ronda Oeste, Ronda Sur, Miguel Induráin y la avenida Doctor Pedro Guillén.
El concejal de Medio Ambiente señaló que «la puesta en funcionamiento de las medidas se hará de forma progresiva, en función de los niveles de contaminación y de la estación fija de medida de calidad del aire donde se hayan superado los umbrales establecidos».