Los petardos que tiraron dos menores (mandados, según confesaron, por el presunto cabecilla de los sabotajes, Carlos Antonio 'El Profe') eran cápsulas de aluminio rellenas de pólvora, con un alambre en forma de arco que protegía la mecha para que no se apagase en su lanzamiento. Los que explotaron en la madrugada del sábado, en un nuevo ataque a las vías, eran distintos.

El delegado del Gobierno, Francisco Bernabé, señaló ayer que «la vigilancia está siendo máxima desde que asumí las competencias de delegado del Gobierno». Admitió que «estamos hablando de un frente de varios kilómetros y lo que no hay es un policía a cada metro». Adif también tiene seguridad privada en la zona. De hecho, a dos de sus vigilantes les pilló de cerca el ataque.

Bernabé apuntó que los restos de los últimos explosivos «están siendo analizados por los TEDAX (Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos ) como ocurre con todos los atentados». Pidió a los ciudadanos de Murcia «que estén tranquilos», al tiempo que apostilló que «las vías de investigación están todas abiertas». «Vamos a seguir persiguiendo a todos los que quieran vulnerar el orden público», hizo hincapié el representante del Gobierno de Rajoy en la Región.

Habló de la «intención manifiesta de ocasionar daños graves a las personas» que tenían los vándalos que tiraron estos artefactos últimos, ya que apostaron por «la utilización de metralla peligrosa, con esos grandes clavos».

No es el primer ataque que sufren las obras de la Alta Velocidad en la capital murciana. Por los actos de hace meses, la Policía Nacional logró detener a un hombre (presunto autor intelectual de los sabotajes) y a dos menores de edad, que confesaron a la Policía que el adulto les mandó tirar los explosivos.