Muy bien arropado. Así presentó ayer su lema, las líneas generales de su programa y la web (www.joselujan.es) de su precandidatura a rector de la Universidad de Murcia (UMU) José Luján, catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social y presidente del Consejo Económico y Social (CES) en la Región de Murcia.

Más de un centenar de personas llenaron la sala Juana María López del edificio Rector Soler, en el Campus de Espinardo, entre las que se encontraban la exconsejera de Educación María Isabel Sánchez Mora.

Luján, que afirma haberse lanzado «a la piscina» de las elecciones, pese a que «el agua está muy fría», puso en primera línea a las personas que forman parte de su círculo más cercano, e incluso presentó a futuros vicerrectores, «si ganamos»: Cristina Sánchez, doctora en Psicopedagogía por la UMU y actual coordinadora de Comunicación; Francisco Esquembre, exdecano de Matemáticas y exdirector general de Universidad e Investigación; Sonia Madrid, profesora del departamento de Lengua Española y Lingüística General; y Alicia Rubio, doctora en Economía y Empresa por la Universidad de Murcia.

Pese a ello, el precandidato dejó claro que no tenía aún cerrado al 100 por cien su equipo, «sólo al 80%», añadiendo que la lista «está abierta».

Las líneas generales de su programa, elaborado bajo el lema 'La Universidad que queremos', se estructuran en seis ejes básicos: docencia, investigación, internacionalización, calidad, sociedad, y gobernanza. Y el objetivo máximo es lograr una institución de «excelencia» y devolverle «todo lo que nos ha dado».

«La universidad que no investiga no es universidad», dijo, añadiendo que es la mejor forma de ayudar a la sociedad a avanzar, con la aplicación del resultado de esas investigaciones. Luján también apostó por una mayor competitividad internacional; por el control interno de cada una de las facultades; y por estrechar los lazos con la sociedad que le rodea.

La defensa de la universidad pública, «como principal instrumento para eliminar desigualdades», y trabajar de cerca con la Universidad Politécnica de Cartagena, en torno al Campus Mare Nostrum, son otras de sus bazas. Con un simple, «tengo un máximo respeto por el trabajo y las personas de la UCAM, pero quiero que seamos mejores», respondió al ser preguntado por las relaciones con la universidad privada.

El precandidado, que alardeó de su talante dialogante y negociador y de búsqueda de soluciones y consensos («está en mi ADN», dijo), subrayó la importancia de las personas: «Todos estos objetivos son para los alumnos, los profesores y el personal de Administración y Servicios (PAS)».

Por último, negó que fuera el candidato «oficialista» (es decir, del Gobierno regional) y subrayó que sólo tenía tres carnés: el de la UMU, el del Real Murcia; y el de CC OO, aunque se dio de baja cuando accedió a la presidencia del CES. Tampoco se ve como el más fuerte de los cinco: «Ójala», y destacó que su proyecto «no va contra nadie».