Cerca de la mitad de las familias murcianas viven todo el año en una continua cuesta arriba para poder afrontar sus gastos cotidianos y llegar a final de mes. Cerca de la mitad (el 48 por ciento) no tienen capacidad para afrontar los gastos imprevistos, ya sea una factura de la luz más elevada de la habitual, el inicio del curso escolar o la rotura de cualquier electrodoméstico en casa. Así lo reflejan las primeras conclusiones del informe que ha elaborado la Red de Lucha Contra la Pobreza (EAPN) centrado en el municipio de Murcia y que fueron expuestas ayer durante una jornada técnica titulada 'Vivir sin red. Paisaje social de la pobreza y la exclusión social en la Región de Murcia', un proyecto que se ha iniciado en la capital de la Comunidad pero que se quiere extender al resto de municipios.

Según los datos expuestos ayer, Murcia cuenta con una tasa de riesgo de pobreza del 30,7 por ciento, una cifra que se encuentra por debajo de la media regional, pero que supera la nacional. Los expertos que han participado en el estudio también destacaron que la Región de Murcia registró en 2016 la mayor tasa de riesgo de pobreza de la media española «debido a un repunte que se produjo en 2014» y que el pasado año llegó a superar la registrada en 2013.

Los resultados del informe se han obtenido gracias al estudio de la Encuesta de Condiciones de Vida y la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE, a la que se unen las encuestas realizadas en el municipio de Murcia de forma aleatoria, según explicó a LA OPINIÓN Antonio Losa, profesor del departamento de Economía de la Universidad de Murcia (UMU) e investigador principal del proyecto. Entre los años estudiados, de 2008 a 2016, las rentas de los hogares murcianos se han visto reducidas un 10 por ciento, aunque «de no ser por las ayudas sociales esta caída podría haber llegado al 20 por ciento», aseguraron.

La composición de la renta que entra a los hogares del municipio de Murcia, según el estudio llevado a cabo por la EAPN, lo forman los ingresos procedentes por el trabajo por cuenta ajena (61 por ciento); seguido de la pensiones contributivas y no contributivas (35 por ciento) y los ingresos por trabajos por cuenta propia, entre otras fuentes.

El especialista en Desarrollo Económico y alumno de doctorado de la UMU José Antonio Sánchez expuso durante la jornada de ayer en el edificio Moneo del Ayuntamiento de Murcia, tras dar a conocer que el 48 por ciento de las familias murcianas no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos, que el retraso en los pagos habituales de la vivienda ha pasado de afectar al 6,5 por ciento de las familias al 13,1 por ciento, siendo de los más altos de España. Al tiempo que hizo hincapié en que en el estudio queda reflejado que el 15,9 por ciento de los población del municipio de Murcia tiene 'muchas dificultades' para llegar a final de mes.

El estudio que ha elaborado la EAPN ha sido financiado por el IMAS y ha contado con investigadores de la Universidad de Murcia, según informó el presidente de la Red de Lucha Contra la Pobreza, Diego Cruzado, quien resaltó que los primeros datos muestran que se ha producido un descenso de la pobreza de cuatro puntos porcentuales en los últimos años, aunque crece el número de personas vulnerables que pueden caer en ella. Además, alertó de que «cualquier persona que esté en una situación de paro sostenida puede caer en la pobreza, por lo que debemos aprender a afrontarla y darle soluciones».

La directora del Instituto Murciano de Acción Social (IMAS), Verónica López, también participó en el encuentro y señaló que el estudio que acaba de iniciarse abarcará los 45 municipios de la Región. «El objetivo de esta investigación es poder contar con indicadores concretos sobre las personas que viven en situaciones de pobreza o riesgo de sufrirla para mejorar la planificación estratégica y líneas de actuación», afirmó. López recordó que actualmente la comunidad concede a las ONG del tercer sector y a los ayuntamientos unos 40 millones de euros anuales en subvenciones para la atención de familias en riesgo de exclusión a través de medidas como la renta básica de inserción, programas de empleabilidad y de vivienda.