Seguridad básica para proteger a la ciudadanía en condiciones. Esa es la reclamación que los sindicatos de Policía Local de Murcia vienen pidiendo al Ayuntamiento desde hace más de cinco años. «Es necesario que los agentes tengan lo antes posible medidas de autoprotección básica para poder ejercer su trabajo en condiciones de seguridad», explica Juan Antonio Espín, del Sindicato SPLRM, de la Policía Local.

«El Ayuntamiento se ha comprometido a adquirir entre 400 y 500 chalecos antibalas unipersonales. Para ello se nos han mostrado diversos tipos de dispositivos con el objetivo de comprobar cuáles reúnen las características que se demandan. Es necesario que protejan frente a un arma blanca y también de fuego. Los chalecos serán como los que lleva la Policía Nacional y la Ertzaintza. Se podrán llevar tanto por dentro, en actos de servicio, como por fuera en controles», explica Espín.

«Han traído algunas muestras para saber si valen para nuestras condiciones climáticas, testearlas y, entonces, hacer un pliego de condiciones y realizar un concurso abierto a todas las empresas que los fabriquen», añadió Jordi Salas de SIME, Sindicato de Empleados Públicos.

Desde el Ayuntamiento han explicado que, a pesar del compromiso, no hay presupuesto para adquirir la partida completa de chalecos para todos los policías, por lo que se hará de forma progresiva. El sindicato SPLRM ha indicado que, dadas las circunstancias, lo primero será establecer «prioridades» en el reparto. «Todos los agentes que estén en servicio de calle serán los primeros en tener el chaleco. Después vendrán los que se encuentren en oficinas, custodia de edificios oficiales y patrimonio».

Según confirmaron fuentes municipales, el presupuesto previsto para esta adquisición todavía se desconoce «hasta que se cierre el ejercicio presupuestario». Pero la intención es que «en dos o tres ejercicios todos los policías locales tengan un chaleco antibalas de uso individual».

Espín ha insistido en que esta petición es ya antigua y que en su origen no venía motivada por la amenaza terrorista, aunque reconoce que esta podría haber influido en la toma de la decisión de compra. Aun así, «el detenonante ha sido que la delincuencia a la que nos enfrentamos los agentes en los últimos años ha ido cambiando y se ha vuelto más violenta».