La Audiencia Provincial ha absuelto a un hombre que se puso a los mandos de su coche cuando iba borracho porque tan sólo pretendía mover el vehículo.

El tribunal estima, de esta manera, el recurso que esta persona interpuso después de ser condenado por el Juzgado de Lo Penal Número Dos de Murcia, que consideró probado que el hombre, en enero de 2017, cometió un delito contra la seguridad del tráfico por conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas.

El coche en cuestión estaba aparcado en una plaza para minusválidos de la Plaza Condestable, en la capital murciana, y no llevaba tarjeta para poder ser dejado ahí. Un policía municipal lo vio y le dijo al dueño del turismo que lo quitase de allí. Cuando el hombre se subió al vehículo para moverlo, fue cuando el agente se percató de que presentaba síntomas de ir bebido («habla pastosa, andar vacilante, respiración agitada, rostro enrojecido, aliento con olor a alcohol, pupilas dilatadas», entre otros). Así que el policía le dijo que parase. En las dos pruebas de alcoholemia que se le hicieron dio positivo.

El juzgado le puso entonces a este hombre una multa de seis euros al día, a pagar durante ocho meses, y le prohibió conducir durante un año y medio.

El hombre recurrió. Ahora, la Audiencia Provincial le ha dado la razón y lo absuelve.

«Se ha acreditado que los agentes son los que ordenan al apelante que mueva el vehículo mal estacionado, lo que es llevado a cabo. Y, al efectuar esta acción, se produce la conducción bajo los efectos del alcohol, conducta que en modo alguno puede afirmarse que habría sucedido si no se hubiera producido la previa actuación policial conminatoria hacia el recurrente», se lee en la sentencia de la Audiencia, a la que ha tenido acceso LA OPINIÓN.