Tras la inspección de efectivos de Policía Local y del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento del edificio situado en la calle Trapería del que este miércoles se desprendieron unos cascotes, los técnicos municipales de Urbanismo determinaron que los propietarios tenían que colocar una red que evite la caída de otras piezas en la vía pública en un plazo de 24 horas.

Los accesos de los comercios que permanecían cerrados se abrieron y las vallas se quedaron puestas a la espera de que la red fuera colocada, según informaron fuentes municipales en un comunicado.

Finalmente, tal y como ha informado la Policía Local de Murcia a través de su cuenta en la red social Twitter, la cornisa ha sido "saneada" y la calle Trapería ha quedado totalmente abierta al público.