Para ello, se llevará a cabo un pormenorizado estudio científico que analizará, por dentro y por fuera, la escultura, permitiendo conocer con detalle el estado de conservación real, tras lo cual se harán las intervenciones necesarias.

El estado de conservación de esta escultura es, según el centro de restauración, «muy deficiente» a consecuencia tanto del paso del tiempo como de las modificaciones realizadas sobre ella, como repintados. La talla presenta también faltas de soporte, grietas, desprendimientos de estratos y abrasiones, que hacen necesaria una intervención en profundidad. Todas estas patologías, a juicio de los expertos de Bienes Culturales, «son las que hacen necesaria una intervención en profundidad».

El objetivo es que la escultura pueda estar lista de cara a las fiestas del santo del próximo año, que se celebran el 26 de noviembre y en las que la talla sale en procesión por las calles del barrio del mismo nombre.

El director general de Bienes Culturales, Juan Antonio Lorca, ha explicado que los profesionales del Centro de Restauración regional han detectado durante una visita técnica a la iglesia diferentes daños y patologías en la talla, realizada en madera policromada.

Los trabajos de restauración permitirán su «recuperación integral para devolverle todo su esplendor y belleza original», ha asegurado. Además, ha insistido en que el centro de restauración «es un espacio de referencia con los mejores medios técnicos, en el que trabajan profesionales que poseen un profundo conocimiento sobre la obra de Salzillo».

Los expertos de este centro han restaurado ya otras imágenes del célebre escultor barroco en los últimos años, como el paso de la Santa Cena, los apóstoles durmientes de la Cofradía California de Cartagena o el Cristo del Perdón de San Antolín, cuya autoría fue confirmada precisamente a raíz del trabajo realizado.