"Nos han tomado el pelo", "Cuando mi hijo me pida comida, ¿qué le digo, que lo estoy estudiando?". Esas han sido algunas de las reacciones con las que han recibido esta mañana las decenas de huertanos que se concentraron a las puertas de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) los resultados de la reunión mantenida entre sus representantes y el presidente del organismo de cuenca.

Ningún plazo concreto, pero sí buenas palabras y promesa de acelerar los trabajos y los estudios. A eso se comprometió Miguel Ángel Ródenas, presidente de la CHS, tras la reunión mantenida con el presidente de la Junta de Hacendados, Diego Frutos, que llegó a las puertas de la Confederación acompañado de un par de centenares de agricultores que temen perder los cultivos hortícolas que tienen plantados y que se le sequen los árboles. ´Queremos soluciones ya´, decía la gran pancarta que portaban.

Los agricultores de la huerta de Murcia llegaron para reclamar que se abran "ya" la veintena de pozos que hace diez años puso en marcha la Confederación para hacer frente a la sequía que entonces se estaba sufriendo también en la cuenca, así como recuperar los caudales de la estación depuradora de Murcia que hace algo más de un año les retiró la Comisaría de Aguas por temor a que no pudieran ocasionar problemas de salubridad.

"Estamos ya trabajando y revisando los motores de los pozos para poner estos caudales en circulación", ha explicado Ródenas, quien no ha dado ninguna fecha concreta para su apertura. Respecto a la utilización del agua de la depuradora ha comentado que "haremos pruebas para ver si se puede utilizar" para regar las hortalizas.

Por su parte, Diego Frutos, ha indicado que "no es una manifestación contra la Confederación, sino para apoyarles", y ha insistido en que "las hortalizas no aguantan, porque hemos venido para que los tiempos de la Confederación coincidan con los de los regantes".

"No nos tratan con ninguna dignidad", comentaba antes de la reunión Pedro Zamora, procurador del Merancho, "sólo falta que nos saquen la sangre". Pepe Paño, procurador de la acequia de Zeneta, se preguntaba "de qué vamos a comer si no podemos regar, si no hay agua por las acequias ni podemos poner a funcionar los motores del río".

Hasta las puertas de la Confederación llegaron de todos los puntos de la huerta murciana y de poblaciones cercanas como Santomera, y el sentir era general "para cuando vengan a poner los pozos las cosechas ya están perdidas", ha indicado José Saez, que ha puesto voz a la queja de todos: "La situación es crítica".