El Palacio de San Esteban no tuvo este sábado consejos de Gobierno ni ruedas de prensa, ni los protagonistas fueron los políticos con sus políticas. Las puertas del antiguo convento Jesuita se abrieron para desvelar su historia y sus entresijos arquitectónicos a aquellos murcianos y turistas que aprovecharon un sábado claro y soleado en Murcia para visitar los edificios más emblemáticos que hoy componen el tejido urbano de la capital. Ideado y coordinado por el colectivo 'Inside City', el evento 'Pase sin llamar' rompió todos los pronósticos de la organización, que se declaró «desbordada» ayer por el alto número de visitantes que quisieron vivir una nueva experiencia cultural realizando una ruta por alguna de las 18 obras arquitectónicas abiertas al público.

Quizá la visita más deseada era la de asomarse por la terraza del edificio Cerdá, en la plaza Santo Domingo, donde una larga cola estuvo presente en el portal todo el día y arriba, desde la famosa cúpula, las fotos eran una sucesión continua entre los murcianos, que destacaban este lugar como «uno de los más bonitos del Murcia» y el que más ganas tenían de visitar.

Hasta 70 voluntarios, entre ellos muchos historiadores y arquitectos, estuvieron ayer presentes en cada uno de los edificios para poder explicar a los visitantes un trozo físico de la historia de Murcia. Ante la avalancha de inscripciones previas que tuvo la organización, más de 3.000, el evento fue ampliando pases de visitas los días previos y plazas para poder responder a un público animado por esta iniciativa. «No teníamos los recursos necesarios para afrontar esta cantidad de visitantes y todo los procesos de confirmación de visitas han sido manuales, no automáticos, lo que nos ha desbordado por completo», apuntaba la organización. La Plaza de Toros, el Ayuntamiento, los pabellones del Cuartel de Artillería, el parque Científico de Murcia o el céntrico Casino fueron otros escenarios concurridos donde se pudo explicar la historia de la obra, los personajes más importantes que han habitado o trabajado dentro, los elementos arquitectónicos más reseñables o las diferentes funciones que ha tenido desde su construcción.

«Mientras yo sea concejal...»

«Mientras yo sea concejal...»Entre las más famosas anécdotas o leyendas históricas que se contaron ayer de los emblemáticos edificios de Murcia, además de los romances del conde de Floridablanca, Ricardo García, director de sala del teatro Romea y guía, destacó ante los visitantes la maldición que advertía que a esta obra arquitectónica el fuego la consumiría tres veces, el tercero con el aforo completo. Teniendo ya dos incendios en su expediente, Jesús Pacheco, concejal de Cultura, saltó entre los visitantes para aclarar que «mientras sea concejal, al menos una de las butacas no se venderá al público».