El Consejo Sectorial del Ruido del Ayuntamiento de Murcia propuso ayer una serie de medidas para frenar la contaminación acústica en las zonas de ocio de la ciudad, donde mayores niveles de ruido se registran a lo largo del año. Así, entre las propuestas, destaca la obligación de reducir, en algunos casos hasta un 50%, del número de mesas en terrazas en espacios como la calle Pérez Casas, la plaza de Santa Ana, la calle San Ignacio de Loyola, en la calle Saavedra Fajardo y en la plaza de las Flores, entre otras.

El Consejo, en el que están representados los grupos municipales, los hosteleros y las asociaciones, se reunió en la mañana de ayer, presidido por el teniente de alcalde Antonio Navarro Corchón. Se analizó el informe sobre las zonas en las que se han superado los niveles de contaminación acústica, que coinciden con los espacios de la ciudad donde más concentración de bares y terrazas hay. Seguidamente, se realizó una propuesta de tres zonas de especial protección acústica, con una serie de medidas como el incremento de la vigilancia policial, la prohibición de la circulación de charangas o pasacalles, salvo en aquellos casos debidamente autorizados, la prohibición del consumo y expedición de bebidas en las calles, fuera de las terrazas debidamente autorizadas. Tampoco se permitirá la instalación de máquinas expendedoras de cualquier producto en la vía púbica o bajos abiertos de forma permanente. Las existentes autorizadas tendrán un plazo de un año para ser retiradas, según el documento.

Las medidas no son definitivas y los participantes en el Consejo del Ruido tienen hasta el 18 de diciembre para realizar aportaciones. La asociación No Más Ruido, representada en la mesa, anuncia que solicitarán que se incorporen medidas como la paralización de las nuevas licencias para abrir establecimientos en las zonas con mayor contaminación acústica, así como la reducción del horario de apertura de los locales.