El río Segura estrenará en los próximos días una nueva compuerta para regular el caudal de agua que circula por su tramo urbano. La instalación de este nuevo sistema, que se someterá hoy viernes a su primera prueba, ha supuesto una compleja obra de ingeniería para desviar el paso de agua en la zona de La Fica y así poder sustituir la antigua compuerta por la nueva, para lo que ha sido necesario realizar una presa de tierra que contenga el agua y redirigir el caudal a través de dos grandes tubos de hormigón. El proyecto desarrollado por la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y que está ejecutando la empresa Ferrovial tiene un presupuesto de 850.000 euros y con él se pretende mejorar el control y seguimiento del caudal del río en su tramo urbano.

Una de sus principales novedades radica en que en esta zona el Segura contará por primera vez con dos sensores que medirán el paso de agua mandando datos de forma continua a la CHS, ya que hasta ahora sólo se dispone de dos puntos de medida, en Beniscornia y en Alquerías. Uno de los sensores estará en la compuerta y medirá caudales mínimos por debajo de 30 metros cúbicos por segundo. Y el otro sensor se instalará en el puente de Miguel Induráin, con el que se medirán caudales mayores de entre 30 y 350 metros cúbicos por segundo.

El ingeniero de la Confederación Hidrográfica del Segura responsable de las obras, Juan Antonio Cánovas, ha explicado a LA OPINIÓN que la nueva compuerta cuenta con la característica de que baja completamente, dejando el cauce libre para el paso de agua y evitando que se depositen en el fondo los sedimentos que llegan a esta zona por arrastre cuando se producen grandes avenidas, como la de diciembre de 2016, y que luego tienen que ser retirados. Además, destaca que el nuevo sistema para el paso de agua es más robusto y grande que el anterior, se abre completamente y está telemandado desde la CHS, lo que permite que se abra y se cierre in situ desde las instalaciones y no haya que ir hasta el río para abrirla de forma manual, como se venía haciendo hasta ahora.

La nueva compuerta de acero y de 8.000 kilos de peso se comenzó a fabricar el pasado mes de junio en la empresa murciana MSF de Pozo Estrecho (Cartagena) y cuenta con ocho metros de ancho y 4,25 metros de alto, aunque de éstos últimos 2,45 metros corresponden a la estructura y están enterrados en hormigón como anclaje, dejando una hoja de 1,8 metros por encima que es la que bascula. Entre los meses de julio y septiembre se ha hecho el baipás para desviar el paso de agua y poder dejar seca la zona para trabajar. Tras la primera prueba que está previsto que se haga hoy viernes los ingenieros trabajarán en colocar y ajustar el caudalímetro, el telemando y los sensores, por lo que la CHS espera que «si todo va bien» la nueva compuerta del Segura esté a pleno funcionamiento antes de final de año.