El equipo de tres técnicos especialistas de escalada con cesto elevador que ha trabajado durante la última semana colocando una cuerda de nylon para asegurar el ficus de Santo Domingo finalizaron ayer este trabajo, por lo que la Concejalía de Modernización de la Administración, Calidad Urbana y Participación procederá en los próximos días a retirar la valla de seguridad perimetral que limitaba el acceso a los peatones al entorno de este árbol centenario. De esta forma, la Concejalía que dirige José Guillén da por finalizados los trabajos de instalación del sistema de seguridad 'BOA' en el ficus de Santo Domingo.

Concretamente, los técnicos han colocando una cuerda de nylon de 60 metros que sujeta las tres ramas que conforman el tronco del árbol y que llegan a soportar un peso de 8.000 kilos.

La instalación se ha realizado de forma que cada rama queda sujeta a las dos que se encuentran en cada uno de sus lados para conseguir así una mayor seguridad.

El concejal José Guillén ha explicado que «con este sistema aumentamos la seguridad ya que en caso de movimiento las ramas principales quedan ancladas entre sí impidiendo su caída al suelo». Por ello, el responsable de Modernización de la Administración, Calidad Urbana y Participación ha recordado que «tras las primeras actuaciones de seguridad se realizaron una serie de pruebas encaminadas a averiguar el estado real del ficus, para poder actuar a corto y medio plazo sobre el mismo y mejorar su estado y vigorosidad».

Tomografía sónica

Entre estas pruebas se ejecutó una resistografía y una tomografía sónica, que junto con las innumerables inspecciones y análisis han contribuido a determinar en qué estado se encuentra el ficus y qué actuaciones pueden ser necesarias realizar en el mismo. Los árboles se suelen pudrir de dentro hacia fuera dejando el tronco hueco, lo que hace que también supongan un riesgo si tienen un gran porte (como ocurrió el pasado mes de junio, cuando se desprendieron varias ramas de miles de kilos de ficus de Santo Domingo sin que se hubieran detectado problemas previos).

En este caso, el análisis mediante tomografía sonora permite envíar ondas de sonido a través del tronco del árbol. Cuanto más tarda una onda sonora en atravesarlo más dañada está la madera. Así, basándose en la velocidad del sonido, el tomógrafo hace una imagen con colores de una sección transversal del tronco para conocer su estado.

«Tras el análisis del árbol se espera que el ficus evolucione positivamente desde un punto de vista fisiológico, ya que la recuperación puede ser positiva dado que se trata de una especie con gran capacidad de reacción, cantidad de brotes latentes (que aparecieron en el primer momento) y que responde muy bien a las podas», afirma Guillén.

No obstante, los técnicos han determinado que el árbol debe ser vigilado de manera permanente y su desarrollo dirigido, ya que biomecánicamente tiene daños, priorizando ante todo la seguridad ciudadana».