El Oceanogràfic de Valencia exhibe por primera vez dos ejemplares de tiburón de puntas blancas, cedidos por el acuario de la Universidad de Murcia, que ya se pueden ver en el tanque de Indopacífico de la Sala Oval, con lo que suma ya 72 escualos en sus instalaciones.

Miembros de la Universidad de Murcia y representantes del Aquarium de Murcia han visitado el Oceanogràfic de Valencia, gestionado por Avanqua, del grupo Global Omnium, para hacer oficial la cesión de los ejemplares de Trianedon Obesus, una especie poco frecuente en los acuarios, ya que su reproducción es escasa, según ha informado el recinto en un comunicado.

En la Universidad de Murcia llevan a cabo una línea de investigación sobre la reproducción de estos escualos. "Llevamos años observando con cámaras de video vigilancia a las crías de tiburón de puntas blancas para conocer sus hábitos y procesos reproductivos", ha explicado Emilio Cortés, director técnico del Aquarium.

Cortés ha añadido que el objetivo del proyecto es "formar grupos de reproductores en nuestro centro y distribuirlos en distintos puntos de la geografía, como el caso de Oceanogràfic València, para poder aumentar la especie y obtener más datos para la investigación".

Los dos ejemplares --dos hermanas de la especie tiburón de puntas blancas nacidas en 2014 y 2015-- llegaron al Oceanogràfic hace un año. "Durante el período de adaptación, las dos crías han estado en el área de cuarentena, pero ya se encuentran perfectamente adaptadas en el tanque Indopacífico de la Sala Oval", ha relatado Mario Roche, conservador del Oceanogràfic.

TIBURONES DE CASI DOS METROS

Los Trianedon Obesus son fácilmente reconocibles por la punta blanca de sus aletas dorsal y caudal y se aproximan a los dos metros de largo. Su cabeza es corta pero ancha y los ojos son ovalados con pupilas verticales. Se alimentan de peces y son muy voraces, aunque raramente agreden a los seres humanos.

Esta especie de tiburón ha sido declarada como "vulnerable" por la Unión Internacional para la conservación de la Naturaleza (UINC), debido a que su número "está disminuyendo a medida que aumenta la pesca no reglamentada". En concreto, son capturados por su característica aleta, que se emplea para el consumo de sopa de aleta de tiburón.