La Audiencia Provincial de Murcia ha confirmado la sentencia de un Juzgado de Instrucción de esta ciudad al pago de una multa de 360 euros a una mujer que, descontenta con el trato recibido, dijo al médico que sabía dónde vivía, además de comentarle que "no sabía con quién se la jugaba".

Para la Sala, el comentario que hizo al denunciante sobre el "buen barrio" en el que vivía fue considerado por el juez, de forma correcta, como constitutiva de un delito leve de amenazas.

El Juzgado de Instrucción declaró probado que el hijo de la denunciada tenía cita con el denunciante, jefe de sección de un servicio médico del hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia para octubre de 2016.

Una vez en la consulta, hizo saber a los dos que necesitaba una documentación que no le habían llevado, por lo que se ofreció a atenderles al día siguiente, sin necesidad de que solicitaran de nuevo cita médica.

Al volver ese día, les comentó que tampoco habían aportado la documentación que precisaba, lo que produjo contrariedad a la madre, "que, actuando con la intención de intimidarlo, le dijo: "En que buen barrio vives", además de citar el nombre de la calle.

Además, según se recogía en la sentencia que ahora se ve confirmada, al intentar regresar a la consulta y decirle el doctor que esperase su turno, "enfadada por la pérdida de tiempo, profirió con el mismo ánimo: 'no tienes ni puta idea de con quién te la juegas", para añadir su destino profesional.

En su recurso, la acusada solicitó la absolución, tras exponer que las frases consideradas amenazantes eran tan nimias que no tenían entidad suficiente para considerarla autora del delito leve por el que fue condenada.

La sala discrepa de esa valoración, y dice que los comentarios fueron amenazantes, sobre todo el referido al domicilio del denunciante, ya que este mismo denunció sorprendido que la denunciada supiera dónde vivía, "lo que significaba que se había encargado de averiguarla".

Frente a lo alegado por la acusada de que el doctor actuó por venganza, el tribunal discrepa también de esa apreciación, al comentar que "no se aprecia ni venganza ni móviles espurios, si se tiene en cuenta que la denuncia se presentó cinco días antes de que la mujer firmara una hoja de reclamaciones en la Consejería de Sanidad".