El sueño es una necesidad biológica, una parte fundamental de nuestra vida cotidiana, ya que nos permite recuperar las funciones físicas y psicológicas esenciales. Pero si ya en casa en ocasiones cuesta coger el sueño, qué decir de un hospital. En un centro sanitario las noches se pueden hacer eternas. Un hospital nunca 'duerme', la actividad es incesante y el ir y venir del personal, las luces encendidas, las conversaciones de los sanitarios o el malestar de un compañero de habitación o sala pueden acrecentar la sensación de que las horas no pasan. Para evitar estos casos, las enfermeras del Servicio de Urgencias del Hospital Reina Sofía han impulsado un proyecto que las ha convertido en las vigías del sueño de sus pacientes.

Gracias a ellas la iniciativa nacional SueñON ha desembarcado en la Región de Murcia con la puesta en marcha de diversas medidas con las que mejorar el descanso de los murcianos que pasan la noche en Observación del Reina Sofía. La campaña SueñON, impulsada y coordinada por la Unidad de Investigación en Cuidados en Salud del Instituto de Salud Carlos III, tiene como objetivo conseguir que los pacientes hospitalizados disfruten de un descanso reparador, una iniciativa que durante el primer mes de la fase piloto logró que se sumaran más de un millar de profesionales.

SueñON trata de crear sinergias entre las enfermeras y otros profesionales de la salud con el compromiso de gestionar la luz y el ruido innecesario, organizar los cuidados y la administración de medicación teniendo en cuenta los periodos de descanso y las preferencias de los pacientes al respecto. Siempre basándose en la investigación científica.

Concretamente, los últimos estudios demuestran que los pacientes hospitalizados que duermen por la noche menos de 300 minutos (cinco horas) tienen asociado un incremento de mortalidad cuatro veces mayor en comparación con los que duermen más de esas cinco horas.

Ana Belén Sánchez García es una de las enfermeras del Hospital Reina Sofía de Murcia que ha puesto en marcha el proyecto junto a las otras 45 compañeras del Servicio de Urgencias y aunque reconocen que ellas no cumplían los parámetros que se señalaban, ya que SueñON está diseñado para las plantas de hospitalización y no para Urgencias, decidieron adaptarlo a su ámbito de trabajo al considerar que «podía resultar muy beneficioso para nuestros pacientes», indica.

Antes del verano comenzaron con la iniciativa, firmaron el decálogo SueñON y convocaron varias sesiones de enfermería para coordinar lo que querían hacer. La principal medida que han puesto en marcha en la sala de Observación de Urgencias para respetar al máximo las horas de sueño de sus pacientes es eliminar la iluminación entre las doce de la noche y las siete de la mañana. Para ello se redujo la intensidad de la iluminación en zonas comunes, se arreglaron las torres de luz que hay sobre las camas (ya que algunas de ellas parpadeaban) y se dotó a las estancias de unas pequeñas lámparas. Además, las enfermeras del turno de noche van equipadas con linternas para moverse entre los pacientes de la forma más sigilosa posible.

Al tema de la iluminación se une también la sustitución de las ruedas de los carros de curas por otras para que no hagan ruido, también las bisagras de algunas puertas que daban golpes al cerrarse han sido cambiadas y se pauta la medicación de los enfermos para intentar no molestarles a mitad de la noche y que puedan descansar durante más horas.

Aunque la iniciativa sólo lleva unos meses en marcha, Ana Belén Sánchez reconoce que ha tenido una gran acogida entre los compañeros del hospital, hasta el punto de que el jefe de Urgencias, Pascual Piñera, quiere implicar también al equipo médico y la dirección del centro quiere ampliarla a otros servicios del hospital.

El doctor Piñera también reconoce a LA OPINIÓN que «gracias a este proyecto se ha mejorado la calidad en la estancia del enfermo, ya que intentamos que a las doce de la noche se apaguen las luces y mantener el mínimo de siete horas de sueño». Y asegura que «aunque la iniciativa ha nacido en enfermería, cuenta con la implicación de los más de 140 trabajadores del Servicio».

Otra de las enfermeras gracias a la cual ha sido posible aplicar SueñON al Hospital Reina Sofía de Murcia es Celia Egio, quien llega a afirmar que «hay pacientes que nos han asegurado que duermen mejor en el hospital que en casa», aunque aclara que también suelen ser personas mayores que habitualmente están solas en su domicilio y «aquí se sienten acompañadas y cuidadas».

Encuestas de mejora

Estas profesionales están siguiendo el protocolo del programa y para ello han creado un ciclo de mejora. Éste consiste en un cuestionario que pasaron entre los pacientes con cinco preguntas al comenzar con el proyecto para conocer la calidad de su sueño antes de poner en marcha las medidas y otra encuesta posterior que acaban de hacer entre 150 pacientes para evaluar los resultados y comprobar si se ha logrado la mejora que buscan. Lo fundamental, según Celia Egio, «es ponernos en el lugar del paciente y pensar en lo que nos gustaría a nosotros si tuviéramos que pasar la noche en el hospital». Así logran mejorar entre todos.