Las entidades bancarias han agudizado su astucia para reducir sus gastos y han logrado una fórmula con la que pagar menos impuestos a la Administración local. Concretamente buscan no tener que abonar la tasa que el Ayuntamiento de Murcia cobra por la instalación de cajeros automáticos en la vía pública.

El cobro de este impuesto, que han comenzado a aplicar de forma reciente otros consistorios como el de Madrid, se lleva cobrando más de quince años en el municipio de Murcia, aunque es en estos últimos años cuando los responsables municipales han detectado una caída en el número de cajeros que son susceptibles de la tasa, ya que los bancos han reformado fachadas y espacios propios para que estas máquinas no ocupen la calzada y así evitar tener que abonarla.

Así lo ha explicado a LA OPINIÓN el concejal responsable de Hacienda y Contratación, Eduardo Martínez-Oliva, con motivo de la publicación esta semana en el BORM (Boletín Oficial de la Región de Murcia) de la actualización del padrón de cajeros que ocupan la vía pública en el municipio de Murcia. El responsable de las cuentas del Ayuntamiento asegura que «se trata de un trámite habitual, ya que cada año hay que hacer una actualización por si ha variado el número de estas máquinas por las que hay que cobrar». Por ello, tras la publicación en el BORM se establece un periodo de alegaciones de 30 días en el cual el nuevo padrón puede ser consultado para hacer las modificaciones que sean necesarias y se subsanen errores en el listado.

En este caso, Martínez-Oliva subraya que en el nuevo padrón se establece que se pondrán al cobro 43 recibos por este motivo, una tasa que supondrá un ingreso únicamente de 10.182 euros para las arcas del Ayuntamiento de Murcia. La reducción del número de cajeros de entidades bancarias que ocupan la vía pública se observa claramente al comprobar que en la actualización que se hizo el pasado año, la recaudación se situaba en los 15.000 euros, lo que indica que ha caído en un tercio en este último año.

La tasa por el aprovechamiento especial de la vía pública para los cajeros se cobra sólo a aquellos que están en la calzada, es decir, que estarían exentos aquellos que se encuentran dentro de las entidades. Esta tasa en concreto se calcula con los mismos baremos que se le aplican a los mercados tradicionales y que parte desde los 300 euros que se cobra en las calles principales (o de primera, segunda o tercera) a los 105,9, en el resto de vías.

En la media de otras ciudades

Cuando el Ayuntamiento de Murcia instauró esta tasa para los cajeros en el año 2001 ascendía a 90 euros, aunque fue actualizada en el año 2012 hasta los precios actuales, que están en la parte baja de la media de las 20 ciudades españolas que lo aplican en la actualidad y que ronda los 350 euros. En el caso de Barcelona, que fue la ciudad pionera, existe una tasa a cajeros que va desde los 855 euros al año por la categoría A (vías de primera categoría por cajero y año) hasta los 171 por categoría E, F o Z. Mientras, en Las Palmas de Gran Canaria se establece una tasa para cajeros automáticos anexos o no a establecimientos financieros con frente directo a la vía pública con línea de fachada que oscilan, en función de la categoría de la vía, entre los 430 y los 26 euros por cajero y año.