La pedanía de Cabezo de Torres vivió ayer la VIII Edición del Medio Año Carnavalero. Si bien es en febrero cuando la población estalla en purpurina y plumas para honrar al dios de la alegría, ahora, en septiembre, se empezaron a calentar motores con el fin de que la espera se hiciera un poco más amena para los amantes del carnaval. Esta pedanía murciana es, junto a la de Beniaján, una de las que más se vuelcan con el Carnaval. De hecho, su celebración está declarada de Interés Turístico Regional. Ayer, en concreto, salieron a las calles la escenificación de la VIII Edición del Medio Año Carnavalero, con más de treinta grupos y comparsas que llenaron de colorido, alegría y sobre todo mucho ritmo las principales calles de la localidad murciana. Los vecinos de Cabezo de Torres y los que vinieron de fuera pudieron disfrutar del desfile abarrotando las calles con centenares de sillas para presenciar cómo, especialmente los más jóvenes, desfilaban y bailaban con la música que sonaba. La Asociación de Carnaval de Cabezo de Torres trabaja durante todo el año para que los desfiles sean más espectaculares y brillen más cada año. Con este acto se cerraba las fiestas patronales de la pedanía.