Murcia va a servir de laboratorio europeo para probar un nuevo asfalto frío en la lucha contra el cambio climático en las ciudades. Se trata de comprobar el porcentaje de reducción que se consigue en la radiación respecto al pavimento convencional.

La iniciativa se enmarca en el proyecto Life Heatland, que aborda directamente la adaptación urbana a las consecuencias del cambio climático. En particular, busca minimizar el efecto de calor urbano mediante el uso de nuevos pavimentos con menos almacenamiento solar que los convencionales, lo que contribuirá a una mejor calidad de vida y el bienestar humano.

En el caso de Murcia, se instalará el nuevo pavimento el próximo año en 24.000 metros cuadrados de calles de la ciudad (aún por determinar) para comprobar si el resultado es fiable y puede ser exportado a otras capitales europeas. En concreto, se espera que el albedo del pavimento se reduzca de 0,05 para los asfaltos convencionales a 0,46 para la nueva tecnología.

Además, se instalarán cuatro torres de medición que, a lo largo del programa de pruebas, permitirán obtener 1,5 millones de datos, puesto que registrarán, cada 30 minutos, 24 horas al día y durante 2 años, los siguientes parámetros: temperatura de la superficie del pavimento, temperatura del aire, humedad, velocidad del viento, irradiación solar, aire ozono, nivel de iluminación y ruido.

Mejor visibilidad nocturna

La finalidad es lograr como resultado una disminución de la temperatura del aire de 1,5 grados y del pavimento de la superficie de 10 grados, además de un ahorro de energía del 7 por ciento para dispositivos de refrigeración y del 5 por ciento para alumbrado público. Además, el proyecto prevé desarrollar un modelo matemático para predecir el efecto de la implantación del pavimento en otras áreas urbanas y una demostración del equilibrio financiero de la nueva tecnología. Se probará en, al menos, 4 ciudades.

El proyecto Life Hestland contribuirá a mitigar el cambio climático, ya que la solución innovadora reduce el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero. Así, por una parte, mejorará el coeficiente de rendimiento de los dispositivos de aire acondicionado y refrigeración, reduciendo su consumo de energía y, por otro lado, el nuevo material de construcción utilizado tendrá una mayor reflectancia en comparación con los pavimentos convencionales y produciendo también una mejora en la visibilidad.