«No tengo nada que declarar, eso fue en defensa propia». Es lo primero que manifestaba ante el tribunal Juan José C. G., que este jueves se sentaba en el banquillo de la Audiencia Provincial acusado de haber intentado matar a su hermano de una cuchillada.

Los hechos que se enjuiciaban tuvieron lugar en julio del pasado año 2016, en la avenida de la Fama de la capital murciana. Entonces, según se leía en la calificación fiscal, el procesado «inició una discusión con su hermano en el curso de la cual, con ánimo de quitarle la vida y valiéndose de un cuchillo, le asestó una cuchillada en la región axilar derecha que le produjo una fractura del segundo arco costal, incisión penetrante en parénquina pulomar en la cara anterior del lóbulo superior derecho y hemoneumotorax».

Juan José C. G., de 54 años de edad, se confesó autor del delito. Asimismo, la representante del Ministerio Público (que en un principio solicitaba para el hombre ocho años de prisión) modificaba la petición de pena. El motivo: que el acusado, en el momento de los hechos, era adicto a las drogas. Algo que supone un atenuante. De esta manera, la Fiscalía pidió dos años, seis meses y un día de prisión. Petición con la que se mostró conforme la abogada defensora del acusado.

Así, dado el reconocimiento de los hechos y la conformidad, la vista oral no llegó a celebrarse. «Pido perdón», dijo el procesado, que llegó al Palacio de Justicia desde la cárcel en la que cumplía prisión provisional a la espera de su juicio.

El tribunal condenó a Juan José C. G. por tentativa de homicidio. Aunque se aplica el atenuante por su drogadicción, también se tiene en cuenta el agravante de parentesco. Asimismo, el juez dicta que el hombre ha de indemnizar a su hermano con 5.700 euros por las lesiones y con otros 10.000 más por las secuelas que le han quedado tras la cuchillada.

La víctima tardó 93 días en sanar de sus heridas. Los cinco primeros «corrió peligro muy grave su vida; durante los siguientes 40, peligro grave y, en los últimos 48, peligro moderado», recoge la Fiscalía en su escrito. Permaneció en el hospital durante 45 días; el resto del tiempo, hasta que se curó del todo, «estuvo impedido para sus ocupaciones habituales», reseña el Ministerio Público.

La sentencia es firme.