El fin de semana del puente de agosto se vivió con más ambiente en Murcia del que cabía esperar. El calor no alejó a los turistas y bares y museos tuvieron más clientela que otros años, haciendo que la capital no se convirtiera en una ciudad fantasma.

En el ecuador del puente, grupos de viajeros, tanto extranjeros como de otras comunidades de España, visitaron los lugares más turísticos de la capital. Así, en la Plaza de Santo Domingo, la de las Flores o la del Romea, junto con las calles Platería y Trapería, el trasiego de personas fue habitual incluso en horas del día donde las temperaturas son mas altas, como a las doce de la mañana.

Cristobal, camarero de uno de los restaurantes de la Plaza de las Flores, aseguró a este diario que «han venido muchos turistas, no como en Semana Santa, pero bastantes para ser agosto, sobre todo por la noche». Según explicó, la plaza se llenó más al anochecer, cuando las temperaturas bajan y se hace más agradable pasear por la ciudad. Otro camarero, Sergio, en este caso de la Plaza del Romea, contó que este puente «hay muchos turistas» y manifestó que, al cerrar tantos locales, los que abren «hacen muy buena caja». Esa estrategia también la siguió la tienda Ale-Hop, cuyo local situado en la Plaza de Santo Domingo estaba casi tan lleno como de costumbre. Su dependienta, Mayka, expresó que « se están haciendo cajas bastante altas teniendo en cuenta que estamos en agosto» y añadió que, «al revés que otros años», eran los días que más gente estaban recibiendo del verano.

Pero no solo a los restaurantes y comercios les fue bien durante los primeros días del puente, también a los museos del centro, que se soprendieron de las visitas que recibieron. «Notamos más gente este año que otras veces. Siempre hemos pensado que durante este puente Murcia se vacía pero qué va, desde el viernes hemos tenido gente», afirmaron desde el Museo de Bellas Artes, que el domingo llevaba recibiendo a turistas desde primera hora de la mañana. En el Museo de la Catedral la situación no fue distinta y, además, aseguraron que, en general, «el verano está siendo bueno este año en cuanto a visitas».

Hasta los propios turistas de ciudades vecinas que conocen cómo es el verano en Murcia se sorprendieron de la cantidad de gente que caminaba por las calles de la ciudad. Es el caso de Pilar, de Valencia, que vino a pasar unos días a Murcia durante el puente. «Salí a tomarme algo el sábado por la noche con miedo a encontrarme los sitios cerrados y las calles vacías pero me equivocaba, había ambiente», declaró, contenta de no haber pasado sus vacaciones en una ciudad desierta.

Los centros comerciales tampoco estuvieron vacíos y el domingo por la tarde los restaurantes de El Tiro ocuparon sus mesas y hasta se formó una pequeña cola para entrar al cine.

Los murcianos, a la costa

Pese a que Murcia se llevó una sopresa durante la primera mitad del puente al acoger a más personas de lo habitual por estas fechas, cabe destacar que los turistas han sido los principales responsables de darle vida a la ciudad. De hecho, en calles más comerciales, no tan turísticas, como Gran Vía, no se observó tanta gente. Los murcianos escasearon en las zonas más transitadas y apenas circulaban los coches por las carreteras del centro.

Entre la multitud que ocupó una terraza de la Plaza de las Flores, Cati era las pocas murcianas que allí tomaba un aperitivo. «Estos días los de aquí somos bichos raros, los demás son turistas», apuntó. La mayoría de murcianos sigue eligiendo huir del calor y pasar el puente en la playa.