Los vecinos del edificio número 10 de la calle Ronda de Garay tuvieron que ser desalojados ayer al mediodía por el desprendimiento de una cornisa, que dejó restos que cubrieron la acera y buena parte de la calzada.

A las 13:50 horas un vecino alertó a la Policía Local de Murcia de que había visto caer una cornisa del bloque de viviendas. Agentes de policía y bomberos acudieron inmediantamente al lugar para controlar la situación.

Los vecinos del edificio tuvieron que ser desalojados ante el riesgo de que se desprendieran otras partes de la construcción y la policía cortó el tráfico en el carril más próximo a la acera dañada, ya que algunas piedras habían alcanzado esa parte de la carretera y obstaculizaban el tráfico de vehículos.

Asimismo, la parte del pavimento afectada quedó acordonada, prohibiendo también el paso peatonal por la zona y alejando a la multitud de curiosos que se acercaron al lugar.

Afortunadamente, el desprendimiento no causó daños personales y todo quedó en un gran susto.