El temblor del suelo le sobrevino a Andrés López, vendedor de ONCE, mientras hacía su ronda de la mañana con su 'kiosko móvil' en el cruce de la calle del Pilar con Sagasta, frente al bar Oriente. «Creía que me estaba mareando», aseguraba Andrés, que veía cómo se levantaba la acera y el agua salía a borbotones. «Tuve que desmontar rápido el puesto y refugiarme», contaba.

La murciana calle Sagasta volvía a anegarse en la mañana de ayer, nueve meses después de que la propia vía sufriera otra inundación como consecuencia de una rotura de una tubería antigua. En esta ocasión, el incidente ocurría a unos 100 metros, en la misma Sagasta. El agua sorprendía en torno a las 10 horas a viandantes y trabajadores de la zona -especialmente a los locales hosteleros colindantes - y anegaba la vía hasta sobrepasar la calle Bendame, según señalaban algunos testigos a este diario.

El agua entró como «una ola» y directa hacia el bar Oriente, decía Alfredo Castelo, el dueño del establecimiento más perjudicado por el incidente, que sucedía justo en su puerta. Los cinco clientes que se encontraban en el local «salieron corriendo» y el bar quedaba inundado en cuestión de minutos, con el agua discurriendo por todo el recinto a una altura de un palmo.

«Todos nos hemos mojado», comentaba Alfredo mientras recogía los desperfectos y achicaba el agua junto con sus empleados. Dos cámaras frigoríficas habían quedado averiadas y no había rastro de la clientela. «No sólo nos ha fastidiado la mañana; sino también toda la semana».

La Policía Local, que llegó rápidamente al lugar de los hechos, cortó el tráfico de vehículos a la altura de la calle Mariano Girada y Santa Teresa, así como impedía la circulación por Vidrieros y San Ginés. Mientras tanto, los operarios municipales trataban de dar con la rotura para detener la salida de agua.

La zona se encontraba en obras precisamente para reparar las cañerías de la zona. Tras la rotura de la tubería en diciembre, el Ayuntamiento había programado la rehabilitación del sistema de canalización (de fundición gris) de Sagasta, debido a su antigüedad. La actuación se encontraba en la fase de «aislamiento necesaria para acometer la obra», según explicaron fuentes municipales, que añadieron que el abastacemiento de agua, que se cortó por la mañana, se reanudaría por la tarde.

La tubería afectada era de fundición gris y tenía 350 mm de diámetro. «Gracias a que los operarios estaban presentes, se ha actuado con rapidez y se han evitado daños mayores», agregaron las mismas fuentes. Estas obras de rehabilitación, cuyo presupuesto es de 180.873,80 euros, comenzaron a principios de agosto y se prolongarán hasta mediados de septiembre.