El carril bici 'entrará' por primera vez en el casco urbano de Murcia. El municipio contará con dos nuevos carriles bici que recorrerán el centro de la ciudad mediante un anillo ciclista de unos 7,5 kilómetros. El proyecto, enmarcado en el 'Plan de Acción de la Bicicleta 2017-2019', saldrá a licitación el próximo mes de septiembre.

El alcalde de Murcia, José Ballesta, y el concejal de Urbanismo, Medio Ambiente y Huerta, Antonio Navarro, presentaron ayer este plan, que cuenta con el respaldo del Observatorio Municipal de la Bicicleta: «Los dos carriles bici han sido tratados, debatidos y analizados por el Observatorio», dijo Ballesta.

Los dos viales, con una longitud de 3,5 kilómetros cada uno, conectarán los carriles bici existentes del norte (Juan Carlos I y Juan de Borbón) con el centro de la ciudad. Hasta ahora, la única vía para ciclistas que discurría por el centro era el vial habilitado en Gran Vía, si bien se trata de un carril 'compartido' con taxis y autobuses urbanos. Tras la conclusión de esta obra, el municipio pasará a tener una red de carril bici de 134 kilómetros.

Desde la Circular hasta la Fica

El primero de los dos carriles unirá la Plaza Circular con la Fica y estará conectado con las avenidas Juan Carlos I, Juan de Borbón y Abenarabi. Tendrá una longitud de 3.775 metros y se ejecutará en un plazo de nueve meses con un coste de 678.961 euros.

Se trata de un carril «completamente segregado», afirmó el edil Antonio Navarro. Sus dimensiones serán de 2,5 metros de ancho y estará separado por «elementos de balizamiento del tráfico rodado y a la misma cota que la calzada, y al otro lado con la estructura típica de la acera», según explicaron fuentes municipales en una nota de prensa.

Este vial ciclista conectará el carril bici de Juan Carlos I con la Plaza Circular, circulará por el anillo de la Redonda y luego se dirigirá hacia la Plaza Juan XXIII, donde enlazará con la avenida de Juan de Borbón.

En la plaza Juan XXIII «continuará el carril», afirmó el concejal, que detalló que la vía recorrerá Rector José Loustau hacia el Campus de la Merced, seguirá por Obispo Frutos y Ronda Garay para terminar en el Río Segura.

Este nuevo carril, cuando llegue a la plaza Juan XXIII, también trazará por el lado norte y por la rotonda de Atalayas, hacia la carretera de Alicante y la vía de Puente Tocinos.

Desde el Malecón hacia el centro

El segundo carril bici comunicará la Pasarela Manterola con la Plaza Circular y discurrirá desde la Plaza Díez de Revenga hasta la Avenida de los Pinos. Su longitud será de 3.767 metros, con un plazo de ejecución de cinco meses y estará presupuestado en 254.915 euros.

Tendrá casi 2 kilómetros (1.989 metros) de carril segregado y 1.778 metros de carril compartido con vehículos, ya que circulará por el casco histórico.

Este segundo carril bici partirá desde la parte sur de Murcia (Mota del Río) y proseguirá por la plaza San Pedro hacia las calle Arco de Verónicas y San Nicolás para llegar hasta Santa Teresa, donde seguirá por San Esteban, Condestable (por detrás de El Corte Inglés) y desembocará en la plaza Díaz de Revenga. Allí enlazará con la plaza Circular. Y en la calle Mar Menor conectará finalmente con la Avenida de los Pinos y con Juan Carlos I.

«Prioridad, los peatones»

La instalación de estos dos carriles bicis supondrá la eliminación de 65 plazas de aparcamiento en superficie, según las previsiones del concejal Antonio Navarro. En concreto, 58 de estas plazas, destinadas a residentes, se eliminarán en el trayecto que traza desde Manterola hasta Díaz de Revenga, mientras que se eliminarán 7 plazas en el vial que se dirige hacia la Fica.

«La prioridad máxima de este proyecto son los peatones», sostuvo el edil, quien también anunció que «se potenciarán algunos aparcamientos disuasorios, como el que se llevará a cabo en una zona cercana a la calle Marañón, junto al centro de salud».

Las obras para instalar los viales para las bicicletas conllevarán que en algunos tramos tengan que reducirse a un carril de circulación. Es el caso, citó el edil, de uno de los dos carriles de Ronda de Levante, a la altura del subterráneo que une esta vía con Atalayas. «Se ha estudiado con mucho detalle cuál era la mejor situación en cada tramo», defendió el concejal.

Señalización exclusiva

Los nuevos viales dispondrán de señales verticales exclusivas para los ciclistas, con sus respectivas tipologías. Además, como novedad, se colocarán barreras de protección en curvas y rotondas para aumentar la seguridad de los ciclistas. También se instalarán marcas viales horizontales y verticales para identificar los carriles bici.

Ballesta: «Cambiar el modelo»

La mayoría de la población mundial vive en ciudades, reflexionó el alcalde: «Una realidad que nos lleva a afrontar las principales amenazas de nuestro entorno urbano». Por ello, agregó Ballesta, «es necesario adoptar un cambio de cultura y de la forma de entender la movilidad, que viene precedido por cambios en las infraestructuras de nuestros barrios y ciudades».