Las piedras que un vecino encontró en la noche del domingo junto al instituto murciano Licenciado Francisco Cascales pusieron en alerta a los servicios de Emergencia de Murcia. El temor ante el peligro de que los pedruscos procedieran de la propia fachada del centro escolar llevó a la Policía Local de Murcia a acordonar parte de la zona por seguridad mientras los Bomberos de Murcia analizaban el edificio y trabajaban para garantizar que no se produjeran desprendimientos.

El aviso, que se hizo a las 21.50 horas de este domingo, quedó finalmente en un susto que se alargó durante toda la madrugada del lunes. Y es que el riesgo de que otros elementos se desprendieran del edificio no pudo ser descartado hasta el día siguiente, lunes en la mañana, cuando los bomberos volvieron al centro escolar para una nueva inspección y confirmaron que las piedras no formaban parte de la estructura del edificio, por lo que quedaba rechazada la posibilidad de desprendimientos, según apuntaron fuentes de los bomberos a este periódico.

Descartada la hipótesis de que los pedruscos cayeran desde la fachada, «alguien tuvo que depositar las piedras», aseguraron fuentes de la Policía Local, que señalaban que el hecho «fue intencionado», aunque de «origen desconocido».

La Policía Local investigó la zona, pero no pudo averiguar quién pudo arrojar las piedras ni en qué circunstancias acabaron depositadas a las puertas del instituto Cascales. Con todo, tras recibir la confirmación de los bomberos y al no producirse daños personales, el atestado queda cerrado y no se llevarán más a cabo más pesquisas, según indicaron fuentes policiales.

El origen de las piedras, por tanto, queda en el aire. ¿Quién las arrojó frente al instituto Cascales en una noche de domingo de agosto?