Una importante presencia de economía marginal junto a una sensación de inseguridad y un deterioro constante de las viviendas son los principales problemas que los técnicos de la Concejalía de Derechos Sociales han encontrado en el barrio murciano de La Paz. La concejala Conchita Ruiz presentó ayer en la reunión de la Mesa del Barrio de La Paz el mapa sobre la realidad social de este entorno que han elaborado para tener un punto de partida sobre el que trabajar con el objetivo de lograr su rehabilitación.

Según el estudio, en la actualidad 4.641 personas residen en este barrio de la capital de las que el 38 por ciento carece de estudios básicos, el 18 por ciento cuenta con estudios primarios y el 29 por ciento ha realizado estudios secundarios. El paro en esta zona asciende al 22 por ciento y está integrado principalmente por hombres con una edad comprendida entre los 25 y 44 años. El mayor número de población extranjera cuenta con edades comprendidas entre los 30-34 años (283), llegando a equipararse con la población española (291).

En el estudio sobre el terreno, los técnicos de Derechos Sociales han detectado una importante presencia de economía marginal en el barrio, con sensación de alta inseguridad ciudadana, inexistencia de recursos y equipamientos sociales de ciudad, ni entidades de referencia vecinal.

A esto suman la constante pérdida de población normalizada, los aumentos en las tasas de absentismo y abandono escolar, el hacinamiento y deterioro de las viviendas o de los espacios comunitarios y urbanos o la falta de convivencia entre los distintos grupos residentes. Todo ello se traslada en una falta de atractivo comercial y de servicio para el resto de la población.

Por el contrario, destacan la presencia continuada y reconocimiento por la población de los servicios sociales municipales, la puesta en marcha de trabajo en red con organizaciones sociales, así como una presencia continuada de proyectos sociales dirigidos a jóvenes y menores del barrio. Precisamente el trabajo con la población joven, y su importante presencia, sumado al impulso que desde el Ayuntamiento de Murcia se ha proyectado para mejorar las condiciones del barrio, constituyen un grupo motor para la reactivación del polígono.