El nuevo yacimiento arqueológico que ha sido descubierto esta semana en Zeneta es un hábitat paleoandalusí. Así lo indica el informe emitido ayer por el arqueólogo de la Dirección General de Bienes Culturales que se desplazó hasta esta zona de monte en el que desde hace varios días una UTE está realizando movimientos de tierra con maquinaria pesada para la autovía del Reguerón.

Ante este nuevo hallazgo se ha procedido a su balizamiento para que no sufra daños por los trabajos que allí se están realizando para así proceder a su protección y catalogación posterior, ya que según el experto se trata de un «importante yacimiento».

Las denuncias de los últimos días de vecinos de Zeneta, de la asociación Huermur y del propio Grupo Municipal Socialista, quienes afirmaban que con estas obras se habían dañado los restos que hay en el entorno del Castillo de Tabala, han hecho que el arqueólogo de la Comunidad volviera a visitar ayer la zona para examinarla sobre el terreno, tras lo que aseguró que los restos arqueológicos del yacimiento del Castillo de Tabala o Castillo de Alquerías no han sufrido daños por las obras que está llevando a cabo desde hace varios días una UTE, que está realizando movimientos de tierra con maquinaria pesada para la autovía del Reguerón.

Sin embargo, ante la multitud de quejas recibidas y por precaución, la Concejalía de Urbanismo ordenó ayer la paralización de los movimientos de tierra que se están realizando en el monte de Tabala en Zeneta. Así lo anunció el titular de este departamento, Antonio Navarro Corchón, quien señaló que se mantendrá esta orden hasta el pronunciamiento de Cultura por la aparición de nuevos restos arqueológicos que no se conocían.

El arqueólogo recoge en su informe de ayer que «el área afectada se ubica muy alejada del yacimiento del Castillo de Tabala», a lo que añade que los restos que los vecinos han confundido con arqueológicos corresponden a la cimentación de una caseta y un pozo-aljibe posterior a 1948, «ya que no se reflejan en los vuelos y documentación aérea de dicha fecha». Tras confirmar que no se ha producido daño al patrimonio, el experto destaca que el mencionado pozo se encontraba protegido por una reja y que al haber sido retirada se ha procedido a balizarlo para evitar riesgos a los operarios que están trabajando en la zona, ya que este pozo tiene una profundidad cercana a los cuatro metros.