El Puente de los Peligros o Puente Viejo de Murcia se someterá en las próximas semanas a un nuevo estudio para comprobar el estado de sus pilares. Desde que el pasado año saltaron las alarmas tras la aparición de varias grietas el puente ha sido objeto de diversos exámenes con los que se está intentando determinar qué 'heridas' han podido causarle a la estructura las vibraciones provocadas por el tráfico diario.

La empresa Ceico y el Centro Tecnológico del Mármol analizaron el pasado mes de marzo la erosión de la arenisca y la humedad de la estructura, para lo que hicieron uso de diversas tecnologías como escáner, georradar, sondeos y geología tradicional. Sin embargo, los análisis han determinado que es necesario hacer un nuevo examen que se llevará a cabo a mediados del próximo mes de julio y para el que será necesario cerrar al tráfico el Puente de los Peligros durante tres noches consecutivas.

Para este estudio se llevará a cabo un sondeo para conocer el estado de la cimentación del pilar central a una mayor profundidad para así poder obtener una conclusión definitiva, según han confirmado a esta Redacción desde la Concejalía de Fomento, que dirige Roque Ortiz. Además, el Ayuntamiento de Murcia se ha marcado como objetivo el hacer un seguimiento de la estructura del puente cada seis meses, estudios en los que se intentará tomar una 'foto fija' de su situación.

Informe de Bienes Culturales

Todas estas acciones se están desarrollando como consecuencia del informe que envió el pasado año la Dirección General de Bienes Culturales de la Comunidad Autónoma al Ayuntamiento y en el que le exigía «un estudio de detalle milimétrico de los elementos de apoyo y estructurales del mismo», que debía hacer un ingeniero de Caminos.

Este informe fue elaborado a raíz de un escrito remitido a ese departamento por la Asociación para la Conservación de la Huerta Huermur, que denunció la aparición de dos grandes grietas en el Puente Viejo y quien alertó de que estos desperfectos podrían estar provocando que la infraestructura estuviera cediendo entre la hornacina de la Virgen y el Torreón. Hay que recordar que este puente cumplirá el próximo mes de agosto 277 años. Por ello, especialistas de la Comunidad chequearon el viaducto en mayo del pasado año y comprobaron que existían dos grietas transversales en la superficie central del tablero, en la zona asfaltada y de apoyo, de aproximadamente tres metros de longitud la primera y de 1,5 metros la segunda, con un espesor variable de unos diez a quince milímetros.

En su informe estos especialistas indicaban también que el desplazamiento del puente, tanto del tablero como de los apoyos estructurales, depende de la rigidez del mismo y sus componentes, «pudiendo aparecer en cualquier caso una apertura entre los mismos en mayor o menor dimensión provocando juntas o fisuras». Así, los expertos de la Dirección General de Bienes Culturales señalaron que el mantenimiento de las juntas es un factor determinante para garantizar el buen funcionamiento de todas las partes mencionadas, evitar la aparición de defectos por el mal asentamiento o los producidos por la lluvia y los agentes atmosféricos o sísmicos.

Ahora será el nuevo estudio que se haga en julio el que determine el estado real en el que está el Puente de los Peligros y qué cuidados precisa para que no siga deteriorándose.