"Lamentablemente es difícil predecir un hecho como el del día que nos ocupa, los árboles son seres vivos y como tal a veces tienen reacciones difíciles de prevenir. Se debe de reestructurar el Ficus de Santo Domingo y rebajarlo de manera que pierda monumentalidad pero gane la seguridad del ciudadano".

Son las conclusiones del Informe Preliminar Ficus Santo Domingo, realizado por los técnicos y expertos tras la caída de las ramas de ayer, al que ha tenido acceso LA OPINIÓN.

Los expertos que han visto el árbol (en el que se sigue trabajando) consideran que "en el aspecto de la inspección se recomienda seguir con las inspecciones y podas periódicas de estos elementos cada mínimo seis meses".

Asimismo, "se recomienda clausurar o precintar el acceso a los mismos en épocas de viento o de golpe de calor".

"En el caso del ficus que nos ocupa y dado su historial se recomienda una poda drástica, a sabiendas del efecto social negativo pero yendo siempre del lado de la seguridad. Por tanto podarlo hasta dejarlo sin peso alguno. Una vez hecho decidir que se hace con el árbol y que tipo de formación se le quiere dar", subrayan los técnicos.

Summer Branch Drop

Summer Branch DropExplican que "en los últimos años y asociado al cambio climático y a los 'golpes de calor' tan repentinos y frecuentes durante época estival se da un fenómeno en las ciudades denominado en inglés Summer Branch Drop. El cual consiste en que una subida de temperatura muy repentina deshidrata el árbol o parte del mismo durante el día. Por la noche el árbol se esfuerza en hidratar la rama en cuestión, y así los sucesivos días que dure la "presión" de las altas temperaturas".

En este sentido, "este hecho ocasiona que los tejidos se contraigan y dilaten mucho en muy poco tiempo generando una inestabilidad mecánica en las fibras y haciendo que la rama o árbol colapse por los puntos más débiles del mismo (podas realizadas hace más de dos décadas que nunca llegaron a cerrar bien, madera envolvente del ficus)".

"Actualmente este fenómeno que se da en todas las ciudades del mundo siendo posiblemente más acuciante en ciudades más calurosas y secas como puede ser Murcia. Este hecho se encuentra en estudio por varias universidades de carácter forestal, para saber por qué se produce exactamente y como evitarlo. Con esta teoría concuerda el hecho que solo ha caído la zona del árbol que está en dirección sur (más insolación igual a más deshidratación)", puntualizan los expertos.