Una treintena de arquitectos se han interesado por la rehabilitación de la Cárcel Vieja de Murcia y se han inscrito para presentar propuestas en el plazo que había habilitado el Ayuntamiento de Murcia y que finalizó a las doce de la noche del pasado lunes. No obstante, desde el Consistorio indican que finalmente puede ser alguno más, ya que hay quienes han enviado la solicitud por correo. De esta forma se da un paso más en el proceso para recuperar este edificio histórico de la ciudad de Murcia y en el que se destinará un espacio a la memoria de quienes entuvieron encerrados entre sus paredes.

Una vez que se conozcan los admitidos, se abrirá el plazo de dos meses para que presenten sus propuestas desde que el anuncio salga publicado en el BOE (Boletín Oficial del Estado), que serán evaluadas por los miembros de jurado que se ha designado y entre el que se encuentra el Colegio Oficial de Arquitectos. Este concurso tiene por finalidad la selección de un ganador para el proyecto de ejecución de la primera fase, que contempla la recuperación del edificio principal y la fachada del inmueble, y que prevé la asignación de usos sociales y culturales.

Las propuestas tendrán que incluir las soluciones de rehabilitación integral, opciones de posibles usos a implantar en los diferentes espacios, integración urbana, accesos, permeabilidad, tratamiento de jardines adyacentes, así como cualesquiera otros aspectos análogos que redunden en la recuperación del espacio a tratar como referente urbano, turístico y cultural, según el Ayuntamiento.

El concurso seleccionará, como máximo, tres propuestas de anteproyecto, pudiendo designar el jurado a uno de ellos como ganador. El presupuesto máximo de licitación de esta primera fase será de 2,1 millones de euros, mientras que la segunda fase, que contempla el resto del inmueble, tiene un presupuesto de 4 millones. Según las previsiones, el próximo mes de septiembre será cuando se conozcan las propuestas de anteproyecto de rehabilitación de la Cárcel Vieja de Murcia, que se convertirá en un espacio cultural y de ocio, ya que muchas voces se han pronunciado en contra de la idea de que este inmueble pudiera ser en un futuro un gastrobar.