La Policía Nacional arrestaba hace unas semanas a cuatro hermanos (de 22, 24, 26 y 33 años) acusados de asaltar establecimientos de ocio en la pedanía murciana de Patiño. Dos de los sospechosos quedaron libres tras pasar por Comisaría. A los otros dos, los mandaron ante el juez. Sin embargo, parece que en sede judicial no queda claro cuáles de los cuatro son en realidad responsables de los delitos.

«El fiscal, a la vista de las dudas existentes en las actuaciones del Juzgado Número Dos de Murcia, considera que no resulta procedente la adopción de la medida de prisión provisional, sin perjuicio del resultado en el posterior avance de las investigaciones».

Así se lee en el documento judicial al que ha tenido acceso LA OPINIÓN. Y es que el representante del Ministerio Público tiene dudas sobre cuáles de los dos hermanos fueron los que perpetraron los asaltos, primero a un salón de juegos y luego a una cafetería. De ahí que el fiscal sea cauto a la hora de solicitar la prisión provisional, una medida que sería habitual de aplicar en este tipo de asaltos tan violentos.

Los cuatro hermanos son conocidos en Patiño por su «conflictividad», apuntaba la Policía. En concreto, se les conoce por el apodo de Los Chelos.

El primer asalto del que se les considera responsables tenía lugar en un salón de juego del Camino de la Fuensanta, en Patiño. En aquella ocasión, fueron dos encapuchados los que entraron en el local. Llevaban en sus manos, tal y como apuntaron los testigos, cuchillos de grandes dimensiones. Además, se llevaron la recaudación del local (unos 300 euros), el móvil del camarero y la cartera de uno de los clientes. Como el establecimiento tiene cámaras de seguridad, lo que pasó quedó grabado.

El fiscal detalla, tras ver los vídeos, que dos de los hermanos «diez minutos antes del robo, entran a cara descubierta al local a comprar tabaco, lo que les sitúa ese día y a esa hora en dicho lugar. A los diez minutos, dos encapuchados cometen el robo».

«Lo más llamativo es que la sudadera gris con mangas de color negro, dos de los cuchillos empleados en el robo y las zapatillas de color negro marca Nike aparecen, según el acta del registro, en la habitación de los hermanos puestos en libertad por los agentes investigadores», subraya el fiscal. «Tales elementos incriminatorios, en principio de carácter objetivo, han sido desatendidos, pese a constar en los fotogramas cómo los portaban los autores», remarca al respecto.

En fase de instrucción

«Sin embargo, los hermanos detenidos y puestos a disposición judicial lo han sido por meras impresiones de los testigos», estima.

Los hermanos que fueron a sacar tabaco, y a los que la camarera identificó como los responsables del posterior asalto, «se autoxculpan e inculpan a sus hermanos». No obstante, sus declaraciones «son escasamente fiables, si atendemos, además, al resultado de la entrada y registro, que les incrimina a ellos», dice la Fiscalía.

«Evidentemente, estamos en fase de instrucción y debe continuarse con la investigación (pruebas de ADN y posibles huellas, entre otras), pero, con el material incriminatorio existente hasta ahora, existen suficientes dudas que obligan a extremar la debida prudencia y el derecho a la presunción de inocencia, que, entiendo, lleva a desaconsejar la solicitud de ingreso en prisión provisional», remarca la Fiscalía.

Lo considera de este modo «no porque los hechos no lo merezcan, sino porque la autoría no está debidamente perfilada».

El fiscal recuerda que la madre de los cuatro sospechosos también declaró en este caso, aunque se le dijo que no tenía por qué hacerlo al ser familiar. La mujer, sin embargo, vio los vídeos y afirmó «inequívocamente» que los asaltantes eran dos de sus hijos, pero no los dos a los que había reconocido la camarera del local.

En la misma línea se mostró otro testigo, del que el fiscal remarca que no estuvo presente en el lugar de los hechos, pero que, al visionar los vídeos, dijo «creer reconocer, por la manera de moverse, de caminar y aspecto físico, pese a estar encapuchado», a uno.

El escrito del Ministerio Público habla del primero de los atracos. Pero es que sólo pasó un día y los sospechosos cometían el segundo asalto. En esta ocasión, los ladrones exhibieron un cuchillo y un hacha. Atracaron una cafetería que hay en la calle Matías de Patiño. Amenazaron a los clientes con degollarlos si no les daban su dinero. Asimismo, se llevaron la recaudación de la caja. Una vez más, hay circuito cerrado de televisión y se grabó todo.