«Nosotros pagamos para trabajar: 8 euros diarios en transporte. Tenemos que pagar hasta los cuchillos con los que recogemos hortalizas. Si nos cortamos, no nos dan ni las vendas. Y nos pagan seis euros la hora, trabajamos desde las siete y media de la mañan hasta las siete y media de la tarde. Queremos los derechos básicos».

Así se expresaba hoyVíctor Mario, de 19 años de edad, uno de los 300 trabajadores que se concentraron a las puertas de la empresa hortofrutícola Grupo Lucas, en El Raal, para exigir una mejora de sus condiciones laborales.

Los manifestantes, la mayoría de ellos extranjeros, decidieron impedir la entrada de camiones en la compañía. La situación provocó un amplio despliegue de agentes la Policía y de la Guardia Civil. Mientras, representantes de los trabajadores se encontraban negociando con responsables de la empresa en las instalaciones de la misma. Fuera, y soportando un sol de justicia, los manifestantes coreaban un grito al unísono: «Ladrones».

«Nos recogen a las seis de la mañana y nos llevan más cerca o más lejos: podemos trabajar hasta en Albacete o Alicante», subraya Víctor Mario, que lleva siete meses en Grupo Lucas.

Otro afectado, Adrián, clamaba en que «es una explotación lo que están haciendo». «Y tenemos que estar todos firmes», aseveraba, en referencia a algo que tenían claro él y muchos de los compañeros que hoyprotestaban: no volverían al tajo hasta que las condiciones mejorasen. «No hay ni botiquines», insistía Víctor Mario.

Desde la empresa aseguraron que el protocolo de riesgos laborales se aplica y que tienen botiquines en las fincas. Asimismo, destacaron que allí no hay nadie sin contratar. Aseguraron que, tras dialogar con representantes de los empleados, «han llegado a un acuerdo» y «todo se ha solucionado», por lo que está previsto que este miércoles todos se incorporen a sus puestos de trabajo.