La Guardia Civil de la Región de Murcia ha localizado y detenido en Murcia a dos mujeres sobre las que pesaban varias órdenes de búsqueda judiciales por cometer delitos de hurto mediante el denominado ´método del abrazo´ o ´hurto cariñoso´, según informaron fuentes de la Benemérita.

La investigación se inició cuando agentes especializados en prevención de seguridad ciudadana de la Benemérita detectaron que dos jóvenes que acababan de instalarse en una vivienda aislada de la pedanía murciana de Alquerías levantaron ciertas sospechas de estar relacionadas con actividades delictivas.

Las primeras pesquisas dieron sus frutos cuando se logró identificar a las jóvenes y se constató que se trataba de delincuentes habituales especializadas en la sustracción al descuido de objetos de valor a otras personas.

Los guardias civiles averiguaron que sobre las sospechosas se encontraban en vigor varias requisitorias judiciales (órdenes de búsqueda y detención) por su presunta vinculación con la autoría de hechos delictivos, principalmente hurtos.

Una vez obtenidos todos los indicios necesarios, la Guardia Civil ha procedido a la localización, detención y posterior puesta a disposición judicial de las dos sospechosas.

De la información obtenida durante la investigación se desprende que las ahora arrestadas, hermanas, están especializadas en la comisión de los denominados en el argot policial como ´hurtos cariñosos´ o ´hurtos por el método del abrazo´. Ambas pertenecen a un clan familiar que presuntamente opera en gran parte del territorio nacional llevando a cabo su actividad delictiva con gran pericia. Se habían establecido en Alquerías, en una vivienda aislada ubicada en parajes de la huerta con difícil acceso, desde donde a diario partían hacia otras localidades cercanas con el fin de llevar a cabo los hurtos, no descartando la colaboración de más personas con las ahora arrestadas.

Una vez seleccionada la víctima, generalmente personas de edad avanzada, las mujeres abordaban a las mismas con cualquier pretexto, y, cuando éstas les respondían, las jóvenes les daban un abrazo. Pero era para robarles.