La Audiencia Provincial de Murcia ha confirmado la sentencia de un Juzgado de lo Penal de esta ciudad que, en junio pasado, condenó a tres años de prisión al atracador de una oficina de la antigua Caja de Ahorros del Mediterráneo que pudo ser identificado porque la mayor parte de la cara estaba al descubierto pese a llevar gorra y gafas oscuras.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, señala que el Juzgado declaró probado que los hechos ocurrieron el 25 de agosto de 2011, cuando el acusado acudió a una oficina de la citada entidad bancaria ubicada en la pedanía murciana de Monteagudo.

Una vez en el interior de la oficina, y con la amenaza de una pistola que no ha sido encontrada, exigió al director, que se encontraba en su despacho, "que le diera todo el dinero que tuviera, entregándole la cajera 3.600 euros".

El relato de hechos probados recogía también que con el botín en su poder abandonó la oficina, "no sin antes tomar de la mesa de la cajera su teléfono móvil, manifestándole que si le identificaba sabía dónde encontrarla".

A la hora de concretar la condena en los tres años de prisión y en el pago de la citada suma de dinero, el juez tuvo en cuenta que el acusado cometió el atraco dada su dependencia del consumo de drogas y que la causa estuvo paralizada durante más de un año por causas no imputables a aquel.

En su apelación, el acusado alegó que su identificación se había llevado a cabo de manera irregular, además de comentar que no era posible que los testigos lo hubieran identificado, ya que llevaba una gorra y gafas oscuras.

Al desestimar el recurso, la sala dice que la sentencia condenatoria contó con pruebas de cargo suficientes sobre las que basar la pena impuesta.

Además, comenta que pese a que el acusado llevara puestas las citadas prendas, la mayor parte de la cara era suficientemente visible para ser identificado como autor de los hechos.