Se llama Sergio, es ingeniero informático, vive en Blanca y tiene 23 años. Desde el pasado Bando de la Huerta su vida ha cambiado por completo. ¿El motivo? La 'chica del tranvía'. Una misteriosa muchacha de la que apenas conoce lo que pudo ver entre los asientos del vagón y a la que está intentando encontrar desesperadamente.

El día del Bando, Sergio se encontraba en el tranvía de Murcia y vio cómo cinco chicas subían en la parada de la Plaza Circular. Cuatro de ellas se bajaron posteriormente en la Senda de Granada y sólo quedó ella. Sergio se percató de que la chica no había tenido un buen 'fin de fiesta' y fue su timidez y la tristeza de sus ojos lo que le enamoró. Intentó que la joven se fijara en él, pero no lo consiguió.

Cuando llegó a su casa, se lo contó a una amiga y ésta le animó a hacer algo para dar con ella. Fue entonces cuando se le ocurrió dejar un mensaje en las paradas del tranvía; unas líneas que han tocado el corazón de todos los murcianos que ayer compartieron su búsqueda en las redes sociales. Así lo contaba Sergio a la redactora de 7 Región de Murcia Lorena Vera para el programa Murcia Conecta de la televisión autonómica.

Fueron muchas las personas que se pusieron ayer en contacto con él para intentar ayudarle a encontrar a 'la chica del tranvía'. De hecho, Estrella de Levante publicó en su cuenta en la red social Twitter que, si la muchacha aparecía, invitarían a ambos a «una cena a la altura de esta fantástica aventura». Lamentablemente, y pese a todo el empeño, en la tarde de ayer ni la joven ni sus amigas habían dado señales de vida.

Pero el informático, que también escribe poesía, no se desanima. Considera que "ella es la mujer de mi vida" y debe encontrarla. Afirma que se enamoró "del interior que reflejó su triste mirada", porque siempre le han gustado las personas que dicen más por lo de dentro que por lo de fuera. Lorena le pregunta cómo sería una cita con 'la chica del tranvía' y Sergio respondió que la invitaría a cenar, al cine y a pasear. Sobre todo, aclara, "me gustaría arrancarle una sonrisa".

El joven trabaja en Espinardo y va y viene todos los días a Blanca, el municipio en el que reside. Tiene pensado venir a vivir a Murcia después del verano y si su romántica hazaña da finalmente su fruto y la 'chica del tranvía' aparece, se plantea, por qué no, buscar un piso para dos.