Al grito de ´Impuesto de Sucesiones, impuesto de ladrones´ despertó ayer la Glorieta de Murcia de la resaca del Entierro de la Sardina. Allí, algo más de un centenar de personas se sumó a la concentración convocada a nivel nacional para exigir la supresión de este tributo que «muchas veces obliga a los hijos a renunciar a la herencia que le dejan sus padres porque no son capaces de abonar el dinero que le pide la Administración», aseguró una mujer.

La Región es, según el Consejo de Economistas, la sexta comunidad que más paga en concepto de Impuesto de Sucesiones y Donaciones, por lo que el número de murcianos que ha renunciado a recibir los bienes que le correspondían tras la muerte de un familiar ha aumentado considerablemente en los últimos años.

Por su parte, el Gobierno regional adquirió el compromiso de suprimir un 99,9% este impuesto en 2018 si la economía autonómica continuaba creciendo.

El Entierro de la Sardina pareció haber mermado las filas en la convocatoria ya que, curiosamente, los asistentes eran en su mayoría personas mayores. «Los jóvenes no se manifiestan y son los que se van a ver más afectados. Están desengañados», insistió un hombre, quien añadió que «no es normal que haya que pagar dos veces para disfrutar, por ejemplo de una casa: cuando la compras y cuando tus hijos van a heredarla. Es incomprensible».

Muchos de los murcianos concentrados ayer frente al Ayuntamiento criticaron duramente que, «cuando una persona renuncia a su herencia porque no puede abonar el Impuesto de Sucesiones, la administración se quede con el patrimonio, lo ponga a subasta pública y se quede con el dinero».