Decenas de bebés en brazos de sus padres o dando sus primeros pasos llenaron ayer la Catedral para pasar bajo el manto de la Virgen de la Fuensanta, coincidiendo con la festividad de la Encarnación.

Como desde hace 31 años, todos los murcianos que así lo desearon llevaron a sus hijos menores de un año al templo para ser bendecidos por la patrona con ayuda de algunas damas de la corte y la actual camarera de la Virgen.

La presentación de los pequeños a la Fuensanta demuestra por las colas formadas en las puertas de la Catedral que esta celebración no ha perdido participación, ya que abuelos, tíos y padres de los bebés asistieron con ilusión a la bendición de los recién nacidos.

Este acto, ya convertido en tradición, fue promovido hace más de tres décadas por Pilar de la Cierva, fallecida el pasado año y que fue camarera de la Morenica durante 52 años y hasta su fallecimiento.

La patrona de Murcia bajó de su santuario el pasado 9 de marzo y permanecerá en la Catedral hasta el próximo 2 de mayo, cuando finalicen los festejos de Semana Santa y las Fiestas de Primavera.