Las reiteradas cartas del alcalde de Murcia, José Ballesta, al ministerio de Medio Ambiente por las inundaciones sufridas a raíz del desbordamiento de las ramblas debido a los últimos episodios de lluvias han provocado que el Gobierno central de se ponga las pilas. La primera medida que ha adoptado este departamento del Estado ha sido desbloquear la adjudicación de la redacción del proyecto del interceptor de pluviales o colector norte, que fue anunciado en 2008, y que estaba encima de la mesa desde hace meses.

La secretaria de Estado de Medio Ambiente, María García Rodríguez, se lo comunicó ayer al alcalde en el transcurso de la reunión mantenida en Madrid, a petición de Ballesta, que volvió a transmitirle la urgencia de unas obras que acabarán con las inundaciones que se producen por el desbordamiento de las ramblas de Espinardo, Churra, El Puntal y Guadalupe.

El contrato, según explicó a esta Redacción un portavoz municipal, se ha adjudicado por 854.139 euros a la UTE Colector Murcia (integrada por las empresas Prointec-Ayesa) y la redacción del proyecto de las obras del interceptor d tiene un plazo de ejecución de 8 meses, tras los cuales se iniciará el proceso de contratación de esta obra «prioritaria para Murcia», que va a permitir evitar las inundaciones en la zona Norte de Murcia, interceptando las aguas pluviales de las ramblas de Churra, El Puntal, Espinardo y Guadalupe.

Este colector fue anunciado por primera vez por el Ayuntamiento y la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) en 2008 y tiene un plazo de ejecución de 21 meses, según las previsiones realizadas por ambas instituciones, que contemplaban la construcción de unas canalizaciones para soportar unos caudales máximos de 100 metros cúbicos por segundo. Esos casi dos años de tiempo para hacer esa obra, más los ocho meses de la redacción del proyecto elevan el plazo para solucionar este problema de inundaciones a 29 meses, lo que implica que hasta casi 2020, la zona norte de Murcia seguirá sufriendo las riadas. El Ayuntamiento es consciente de esta situación y por ello el alcalde y la secretaria de Estado se comprometieron ayer durante su encuentro a arbitrar medidas preventivas y provisionales que puedan paliar de alguna manera las escorrentías de las ramblas, aunque aún no han concretado cuáles serán. «Se está trabajando en ello», apuntó un portavoz municipal, quien añadió que también se está hablando sobre el Plan Especial de Infraestructuras Hidráulicas de la zona norte de Murcia, que tiene un presupuesto de más de 150 millones, que deben sufragar las administraciones públicas y los promotores de los planes parciales.