El futuro de Qamar y su familia ya no se construirá en Murcia. Y es que dentro de dos meses, la menor siria aquejada de graves problemas respiratorios será trasladada a Dublín, donde una ONG se encargará de encontrarle una vivienda a ella y a otros cuatro grupos de refugiados, entre los que se encuentran varios de sus familiares, que dejarán atrás el campo de Ritsona, en Atenas.

Es el resultado de varios meses de trámites por parte de la Asociación de Amigos de Ritsona, presidida por el cura Joaquín, para conseguir que la menor siria abandonara el campo de refugidados en el que reside junto a su hermana Evelina, de cuatro meses, que también padece problemas cardíacos y respiratorios asociados a la misma enfermedad.

«Las dos necesitan ser tratadas cuanto antes y salir de ese ambiente perjudicial para su salud, lleno de polvo y recibir un tratamiento», asegura el cura Joaquín, quien añade que «es una alegría para nosotros que Qamar haya conseguido ser reubicada al fin, aunque nos da pena que el destino no vaya a ser Murcia».

El sacerdote, que se confiesa emocionado por el feliz desenlace que mejorará la calidad de vida de las pequeñas, señala que «van a estar bien en Irlanda, pero su sueño es poder volver a Siria algún día. Tienen esperanza, aunque ahora es imposible, hay mucha sangre, todo está destruido».